El Institut Ramon Llull acaba de estrenar código gráfico y un nuevo look & feel de la mano del estudio Toormix. ¿Cómo lo han hecho?
La actualización tipográfica, una paleta de colores más amplia y un kit de herramientas para que el equipo de diseño tenga una base coherente de recursos sobre la que trabajar, son las claves del proyecto desarrollado por Toormix.
El Institut Ramon Llull es una institución dedicada a la promoción de la cultura catalana proveniente de las Islas Baleares y de Cataluña. Las actividades que engloba son muy diversas. Incluye desde cursos de catalán, presentaciones literarias o recitales de poesía, hasta actividades de artes performáticas, conciertos, presencia en ferias y exposiciones, entre otras.
Desde su nacimiento en 2020, este organismo de carácter público necesitaba actualizar y generar una voz homogénea y propia que fuera reconocible en todas sus expresiones y canales de comunicación. Es aquí donde entra el equipo de Toormix, que ha sido el encargado de desarrollar de un nuevo código gráfico adaptado a estas necesidades.
Buscar la unificación del criterio gráfico y un tono de comunicación para todas las piezas de promoción culturales que desarrolla la institución dentro de todas sus áreas de actuación ha sido el marco de trabajo de los diseñadores.
«La idea era crear un contenedor flexible y que permitiera que cada una de estas actividades pudiera desarrollar su propio carácter pero manteniendo una unidad de estilo que hiciera al Llull mucho más reconocible de lo que era hasta entonces», explican desde Toormix.
Un sistema abierto y flexible
Una vez vista la variabilidad y diversidad de actividades, así como su naturaleza, el principal objetivo Toormix ha sido «desarrollar un nuevo sistema abierto y flexible que permitiera que cada una de estas actividades pudiera mantener su propio carácter sin perjudicar la identidad global de la institución». Una identidad que era «meramente testimonial hasta el desarrollo del proyecto», indican.
Con este fin, el proceso llevado a cabo ha pasado por dotar de «mayor presencia al Instituto Ramon Llull como impulsor, así como visibilizar su marca para convertirla en un sello de garantía y calidad para el receptor».
En realidad, el objetivo buscado es generar «una marca identificable para que cualquier persona que pueda estar interesada en sus actividades, independientemente de su naturaleza, pueda identificar que forma parte de una sola identidad de referencia».
Proceso: el reto de dotar un nuevo código visual a la marca
¿Cómo crear un marco visual identificable con la institución y al mismo tiempo permitir que cada actividad pudiera expresarse en función de sus características y recursos comunicativos? Esa ha sido la mayor dificultad planteada. Para superar este hándicap, la propuesta de Toormix ha pasado por tres aspectos.
- Primero, el equipo de diseño ha hecho un ejercicio para depurar la marca con una actualización tipográfica. De esta forma, han buscado una nueva letra coherente con la imagen original, pero que tuviera formas más amables.
- En segundo lugar, está la gama cromática. Eeste sentido, el ajuste tipográfico viene acompañado también con una ampliación de la paleta de colores corporativa.
- Finalmente, esta paleta de color, a su vez, viene acompañada con toda una serie de nuevos recursos estandarizados para poder crear una caja de herramientas con la que el equipo de diseño pueda trabajar de manera versátil y coherente.
A través de la construcción de un código gráfico nuevo, con el que poder desarrollar todos los materiales y la definición de una serie de normas básicas de construcción del espacio, Toormix ha querido crear un sistema múltiple en cuanto a posibilidades pero sencillo a la hora de ser aplicado, consiguiendo ser pragmático para su receptor.
Mediante una geometrización del espacio en cuatro franjas (en referencia a las cuatro barras de la bandera catalana), la nueva paleta de colores ampliada, nuevos recursos tipográficos y una definición del look & feel recomendado para materiales fotográficos e ilustrativos.
Así mismo, se ha buscado reordenar toda la identidad sin cambiar la esencia del logotipo, el cual ya estaba establecido, pero no se estaba empleando con suficiente identidad, solidez y sobre todo, presencia.
Como resultado de todo el proceso de diseño, Toormix generado un nuevo marco de actuación gráfico y visual que es atemporal y flexible. Por un lado, se ha buscado crear un código pragmático y con cierto punto de homogeneidad para cualquier actividad del Institut Ramon Llull. De esta forma, cualquiera puede reconocer la institución independientemente del punto del planeta en que esté.
Por defecto, la nueva marca y el código gráfico consiguen que la cultura catalana sea entendida con gran valor y prestigio, siendo creativa, innovadora, de calidad y con mucho talento.
→ Institut Ramon Llull / Toormix
Actualizado 09/06/2022