Basada en un modelo modernista, Ricard García diseña «Mercè», constatación de que la buena tipografía está por encima de épocas y estilos.
Las buenas tipografías viajan de un lugar a otro y también a través del tiempo. Las genealogías tipográficas son como espejos en los que se reflejan las distintas épocas, con sus condicionantes técnicos, sus gustos y su entorno social particular.
Por eso nos gustan tanto los «revivals» tipográficos, porque nos ofrecen la posibilidad de observar la evolución de las letras durante un lapso de tiempo amplio y, por otro lado, también podemos comprobar cómo los territorios y las tipografías se acaban identificando entre sí, a veces de manera muy estrecha.
«Mercè», el nuevo proyecto de Typerepublic, es un delicioso ejemplo de ello, un homenaje y una reinterpretación de un modelo modernista de primeros del siglo XX, un estilo —también conocido como art nouveau— que reinó en toda Europa a principios del siglo XX y que en Barcelona se desarrolló de manera tan frondosa.
Antecedentes
Louis Hoell (1860-1935) fue un punzonista alemán que desde 1904 trabajó para la fundición Flinsch, de Offenbach am Main. En ella talló miles de punzones a lo largo de su carrera, pero solamente se le atribuye el diseño de una fuente, «Tages-Antiqua».
«Tages-Antiqua» es un compendio del gusto modernista de la época. Resultado de las influencias recibidas por Hoell durante su labor de tallador, al participar en la producción de tipografías art nouveau, como la «Eckmann», diseñada por el pintor y artista gráfico Otto Eckmann, o las de Friedrich Wilhelm Kleukens.
Era la época del Arts & Crafts de William Morris, que irradiaba su influencia desde Inglaterra, y desde donde años antes los prerrafaelitas habían propagado el gusto estético por una Edad Media idealizada.
En este contexto de vuelta a una naturaleza poetizada, los motivos florales reinantes en manifestaciones artísticas, arquitectónicas y gráficas empaparon la tipografía de aquellos años, que eran sinuosas y exuberantes. Influencias presentes en «Tages-Antiqua» que llegó a Barcelona de la mano de la fundición tipográfica Neufville, sucursal española de Bauer, fundición alemana que años antes había absorbido Flinsch, donde trabajaba Hoell. El nombre barcelonés de «Tages-Antiqua» fue «Antigua Mercedes». Y de ahí, a la actual «Mercè».
«Mercè» en el siglo XXI
Ricard García, diseñador de «Mercè» plantea, a nuestro juicio, una interesante cuestión. En ningún momento pretende quedarse en el mero homenaje, sino que el objetivo al emprender el proyecto es ir más allá y dotar al modelo original de una nueva vida. Una nueva vida que no sólo tenga que ver con la lógica adaptación al actual entorno digital, sino que gire en torno al planteamiento formal de la tipografía. Así, «Mercè» presenta un dibujo más delicado, más orgánico y alcanza una elegante armonía en sus marcados contrastes y la sinuosidad de las curvas. Por ello, «Mercè» es ideal para tamaños grandes y resulta absolutamente contemporánea con su atractiva exuberancia puramente modernista.
«Mercè» es un proyecto de largo recorrido —Ricard comenzó a trabajar en ella en 2020— que se presenta ahora en cinco pesos, light, book, regular, bold y black, pero que se irá ampliando con nuevos pesos y estilos. Así que habrá que estar atentas.
Actualizado 06/10/2023