Tras la consulta pública presentada en enero, Francia lanza esta semana una nueva ley para regular el oficio de influencer.
Esta semana, Francia se prepara para aprobar una ley pionera que regulará la actividad de los influencers. Según la nueva normativa, aquellos que incumplan la legislación podrían enfrentarse a multas de hasta 300.000 euros e incluso a penas de prisión de hasta tres años. Además, se exigirá que las plataformas de redes sociales desarrollen técnicas para detectar las infracciones.
El debate sobre la regulación de los influencers ya se ha extendido por las calles y redes sociales de Francia. Uno de los aspectos más problemáticos son las promociones de productos sospechosas y los fraudes que ocurren diariamente con un enorme impacto; otro problema importante es el impacto negativo que la exposición constante a imágenes corporales puede tener en la salud mental de los jóvenes, especialmente en términos de angustia, ansiedad o depresión.
¿Cuáles son las principales regulaciones? La nueva ley establece que aquellos que no sean influencers o que no estén promoviendo productos o servicios pueden seguir utilizando filtros sin restricciones. Sin embargo, si se trata de una promoción comercial y se desea retocar la apariencia física, se debe indicar claramente en un mensaje que la imagen ha sido editada.
La nueva ley establece que aquellos que no sean influencers o que no estén promoviendo productos o servicios pueden seguir utilizando filtros sin restricciones
A partir de la aprobación de la nueva ley en Francia, la transparencia en la publicidad de los influencers se convierte en una obligación y su incumplimiento puede llevar a sanciones que incluyen multas y penas de cárcel. En este sentido, Stéphane Vojetta, el político que promovió la ley, ha asegurado a La Razón la importancia de que las plataformas de redes sociales también asuman responsabilidad y estén obligadas a utilizar herramientas de señalización para proteger a los consumidores franceses.
Uno de los temas más polémicos en torno a esta ley han sido los rumores sobre el posible castigo de tres años de prisión para aquellos que la incumplan. Respecto a esto, el diputado asegura en La Razón que la nueva ley no tiene como objetivo juzgar a los influencers, sino regularizar la actividad y fomentar un cambio de mentalidad en ellos y en las plataformas. La clave será que las plataformas hagan un trabajo efectivo de moderación y suspendan las cuentas que incumplan las reglas.
¿la consecuencia de una consulta pública?
Todo apunta a que esta ley es la consecuencia de una consulta pública que se llevó a cabo el año pasado y que concluyó el pasado 31 de enero. Con esto, Francia está siguiendo el ejemplo de Reino Unido en relación con la regulación de filtros de belleza e información engañosa en las redes sociales. Si el gobierno británico lanzaba a través del Advertising Standars Authority (ASA) que los filtros de belleza no deben aplicarse a las publicaciones con fines comerciales, el francés lo ha hecho a través de una consulta pública para que los ciudadanos sugieran como creen que debe llevarse a cabo dicha regulación.
Para la consulta, el Ministerio de Economía convocó a todos los interesados, incluyendo a los influencers, sus agencias y las asociaciones de consumidores, ya que «tienen un papel importante en nuestra vida diaria y una responsabilidad especial. La mayoría cumple con las normas, pero también hay algunos fraudes u omisiones, como la falta de transparencia en cuanto al pago de las marcas por el contenido promocionado», explicaba el Ministro de Economía, Bruno Le Maire, en la página web de la consulta.
regular la industria
Desde hace algún tiempo, París ha estado tratando de regular esta industria. De hecho, a finales del año pasado se presentaron dos propuestas de ley en la Asamblea para combatir las prácticas comerciales deshonestas, ya que muchos de estos creadores de contenido concentran una gran cantidad de publicidad de importantes marcas. En este sentido, la mayoría prefiere esta opción para aumentar su visibilidad en lugar de la publicidad tradicional.
Según explicaba Le Maire cuando se lanzó la consulta, su objetivo era claro: «Proteger al consumidor y acompañar a los influencers que son responsables». Al mismo tiempo, también aseguró que otro de los objetivos es «sancionar a los que no respetan las reglas y este código de buena conducta».
«El objetivo de esta consulta es proteger al consumidor y acompañar a los influencers que son responsables»
Bruno Le Maire
El Ministerio señala que en Francia hay alrededor de 150.000 influencers (pero no se especifican los criterios para definirlos). Aunque el 44% de ellos tiene entre 1.000 y 5.000 seguidores (considerados de nivel medio), las estrellas con más de un millón de seguidores pueden llegar a cobrar grandes cantidades por una publicación o una historia en las redes sociales.
Existe un código de buenas prácticas elaborado por la autoridad de la regulación profesional de la publicidad (ARPP, por sus siglas en francés), al que los creadores de contenido pueden adherirse de manera voluntaria. Sin embargo, la autorregulación no ha logrado evitar algunos escándalos destacados, como el caso de la modelo Nabilla, que cuenta con 8,1 millones de seguidores y fue multada con 20.000 euros en Francia por prácticas comerciales fraudulentas. La modelo publicitó servicios en bolsa sin mencionar que se le pagaba por ello.
Actualizado 02/05/2023