Todos los bancos de imágenes y plataformas de stock necesitan nutrir sus archivos prácticamente al minuto. Entre sus clientes están son las principales agencias de publicidad, editoriales y agencias de marca del mundo. De ahí que siempre estén abiertas a recibir nuevos trabajos de colaboradores (fotografías en alta resolución, ilustraciones, gráficos vectoriales, música libre de derechos, vídeos…) que aporten savia fresca.
Cosas positivas de vender archivos a los bancos de fotografías:
Estas plataformas son un gran escaparate mundial
Es una gran oportunidad para que un creativo muestre su trabajo a la gran comunidad internacional y potencie sus capacidades. Por lo general, los bancos de imágenes al estilo Shutterstock, 123RF, BigStock, iStock o Getty ofrecen herramientas, consejos y asistencia técnica para ayudar a los artistas a subir sus archivos y así obtener un rendimiento económico. Una opción especialmente interesante si uno es un artista novel y necesita poner a prueba su trabajo.
Dentro de los bancos de imágenes hay diferentes niveles de calidad
Están los top y los no tan top; también están los bancos de imágenes gratuitos (Negative Space, Unsplash…) y los de pago. Cada uno debe ser consciente del estrato en el que está o del nivel que es capaz de aportar para subir su trabajo al banco de imágenes correcto. Hay bancos de imágenes que sólo aceptan trabajos de artistas que poseen una calidad excepcional —los mejores en su clase diseñadores, ilustradores, fotógrafos… que pueden aportar imágenes auténticas, únicas y altamente producidas—. Pero también hay bancos de imágenes que buscan tener una amplia cantidad y variedad de material con el que poder solventar problemas cotidianos; aquello que podríamos denominar comúnmente como «cubrir expediente». En este marco, hay mucha oferta, pero también mucha demanda y es fácil entrar como colaborador en el mercado de archivos stock.
Subir las imágenes es gratis
Para subir las imágenes a las correspondientes plataformas, por regla general, tan solo hay que registrarse y seguir una serie de pasos. Una vez subidos los archivos, éstos son evaluados por el equipo interno del banco de imágenes y, en caso necesario, se indica las autorizaciones de modelo y de propiedad. En los bancos de imágenes top, para ser colaborador posiblemente pidan rellenar una solicitud y enviar unos tres archivos de muestra con el fin de valorar si el trabajo encaja con la línea editorial de la plataforma. En otros bancos de imágenes gratuitos o menos exigentes, tan solo hay que registrarse y subir las imágenes a la plataforma.
En cuanto al método de pago y las ganancias, las plataformas suelen poner a disposición del colaborador herramientas de seguimiento que permiten ver de manera sencilla y al minuto lo que va ganando uno. Los pagos, según la plataforma, se suelen hacer mensualmente en forma de royalties que por lo general varían entre el 15% y el 45% —según la exclusividad o no a la plataforma— por cada archivo descargado con créditos.
A quien le asalte la duda, ¿quién se queda con los derechos de autor?, quien vende los archivos de stock mantiene los derechos de su trabajo. Obviamente, a mayor calidad de los trabajos que se suben, mayores posibilidades de obtener ingresos. Hay auténticos profesionales que se han especializado en vender archivos e imágenes a las plataformas de stock.
Para quienes se están iniciando y necesitan ampliar su portfolio o para quienes están en un momento de poco volumen de trabajo de encargo, quizás esta sea una manera de adentrarse de adentrarse en el mercado laboral. Es cuestión de probar.
Consejos para vender tus archivos e imágenes de stock
Cuanto más universal es el tema, más posibilidades tiene de encajar en cualquier agencia o estudio a nivel mundial y por tanto de multiplicar sus veces de descarga.
Otra vía, es especializarse en un tema concreto. Lo más común suele ser gastronomía, viajes, naturaleza… Aunque aveces es más fácil posicionarse y encontrar un hueco de mercado retratando temas inéditos o raros de encontrar, por ejemplo, imágenes perturbadoras.
Define tu propio estilo y encuentra tu sello personal; haz que tus imágenes y archivos tengan ese «algo especial» que las diferencia del resto.
Es preferible utilizar escenarios y luz natural antes que la artificialidad de un estudio.
Finalmente, ten en cuenta que para poder vender tu trabajo a un archivo de stock, lo más importante es ser perseverante y mantener una constancia en el ritmo de trabajo.