Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, Máster en Periodismo de Investigación en Televisión por el Instituto Tracor y CEU San Pablo y Máster de Guión Audiovisual por la Universidad de Vigo. Actualmente, trabaja como guionista de programas y de ficción y colabora en diferentes medios de comunicación. Es autora del libro No es país para coños.
En el número 13 de la revista Gràffica Mujeres, Diana López Varela nos cuenta desde su perspectiva de creadora, guionista y escritora el actual papel que tienen las mujeres dentro de las industrias creativas y, más concretamente, dentro del mundo audiovisual. Para ahondar en este tema, trata cuestiones tan interesantes como las siguientes:
«Si ustedes visitan cualquier día una facultad de Periodismo, Publicidad, Comunicación Audiovisual si ustedes se pasean por las escuelas de diseño de toda España verán que son mujeres las que mayoritariamente llenan las aulas. ¿En qué momento desaparecen? ¿Por qué abandonan las mujeres la carrera creativa?
En todos los sectores, y también en el de las creadoras, las mujeres soportamos una mayor tasa de paro y de las que tenemos trabajo, cobramos bastante menos (a veces por la categoría profesional) cuando no trabajamos directamente gratis. El sindicato alma de guionistas publicó hace unos años una tabla orientativa de precios para guionistas de ficción y programas y aparte de verificar que pocas guionistas llegan a cobrar eso, les puedo asegurar que en más de una ocasión no habíamos cobrado siquiera la mitad de los precios mínimos fijados por el sector. Desde hace años comparto con mis colegas (hombres) guionistas, ilustradores, periodistas freelance nuestros salarios y la brecha salarial es sangrante. Una herida abierta que hace que muchas abandonen el barco y se dediquen a otra cosa […]
Decía otra escritora, Virginia Wolf, que “una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas; y esto, como veis, deja sin resolver el gran problema de la verdadera naturaleza de la mujer y la verdadera naturaleza de la novela” lo que venía significando que cuando una creadora no gana suficiente dinero y cuando no tiene tiempo y espacio propio para crear es imposible que escriba una novela o se dedique a cualquier otra actividad artística. Las mujeres tenemos menos tiempo, el techo de cristal está directamente relacionado con el suelo pegajoso, o lo que es lo mismo con las tareas domésticas que las mujeres desempeñamos en mayor medida que los hombres (dedicamos 26,5 horas semanales a cuidar y al hogar) y cómo no, para no romper la costumbre, gratis total. Otras escritoras como Lina Meruane o Kate Bolick señalaron en sus obras el impacto de la maternidad y la pareja en la creatividad de las mujeres, dibujando el éxito femenino como una posibilidad mucho mayor para aquellas mujeres libres de hijos y de marido […]
Todo lo bueno y desconocido se convierte, por arte de magia, en obra varonil. La apropiación masculina de la cultura sin firma se da en Bansky, pero también en Elena Ferrante, pseudónimo usado por una escritora cuya calidad literaria no tardaron en atribuir a un varón muchos periodistas que andaban detrás del autor (autora) de obras como La amiga estupenda. ¿Tanto nos distinguen los genitales a la hora de crear? ¿No son más las experiencias, el carácter, la cultura y los libros leídos? ¿No es más el talento y la posibilidad de vivir de él? … ».
Puedes encontrar el artículo de opinión íntegro de Diana López Varela en el número 13 de la revista Gràffica Mujeres. Si quieres la versión digital de la revista, la puedes conseguir en Android y iOs.
Actualizado 08/04/2019