La diseñadora gráfica, ilustradora y artista visual aceptó encargarse de la portada del nuevo número de Gràffica. Y, como ya pasó en la portada del número de Creatividad (de la que también es autora) nos propuso un interesantísimo y complejo reto. Nos cuenta más sobre ello.
Cuando el teléfono de Susana Blasco sonó, la diseñadora reconoce que no le sorprendió demasiado. «Ya había hablado alguna vez con Víctor [Palau] y Ana [Gea] sobre lo interesante que podría ser un número de la revista sobre mujeres. Pero, a pesar de estar de alguna manera en sobreaviso, no tenía claro qué se esperaba o cuál era el punto de partida de la portada», admite. Trabajar en este tipo de proyecto no es algo que desconozca (su sello en la portada del número 4 de Creatividad es inconfundible) y, quizá por ello, el encargo comenzó a adquirir complejidad en cuanto la diseñadora meditó profundamente sobre él.
«La idea era trabajar con rostros de mujeres. Pero, una vez empecé a reflexionar sobre la portada, pensé que quizá lo interesante o bonito sería pedir ayuda a la gente; y qué mejor colaboración que la de las mujeres que leen la revista o son parte de la industria creativa», indica. La propuesta, desde luego, no estaba exenta de retos pero, como al equipo de Gràffica nos encantan, no dudamos demasiado en aceptar. El llamamiento a las lectoras y mujeres creativas se realizó casi de inmediato y, a partir de ese momento, comenzaron a llegar las imágenes.
«Pedimos fotos sin saber exactamente cómo iban a ser o cómo iban a quedar. Había un enorme reto en esa colaboración, especialmente en controlar todos los archivos entrantes y homogenizar todas las imágenes», reconoce la diseñadora, que también revela que hubo momentos de «pánico».
«Creo que ha sido uno de los berenjenales más gordos en los que me he metido en mi vida. Cuando llegaron las fotos y empecé a colocarlas, hubo algún momento de: “Ostras, no funciona”. Después de estar horas y horas mezclándolas, finalmente encontré la clave para conseguir representar a las casi 200 mujeres que han participado».
Y es que, a pesar de que Susana Blasco está más que acostumbrada a utilizar el collage en sus trabajos, nunca había realizado uno de estas características. «Mi estilo está basado en fotos antiguas y, aunque he usado la misma técnica que utilizo normalmente, para mí ha sido un reto enorme trabajar con fotos de ahora, porque son imágenes que controlo menos». Además, la diseñadora está acostumbrada a mezclar cuatro fotos a través del collage, «no doscientas», como recuerda con una sonrisa.
El proceso, si bien estaba claro, requería una gran minuciosidad y paciencia. «Tenía el boceto digital, que iba modificando a medida que llegaban las imágenes. Luego lo hice a mano».
«Estuve dos días enteros recortando y pegando las piezas. Algo curioso es que, cuando las iba añadiendo, en la mayoría de ocasiones me acordaba de a quién pertenecía ese pedacito. Ha sido muy emocionante. Es el trabajo más bonito que he hecho».
Hacer dos collages en dos días no es precisamente un reto sencillo. «En otra situación no habría podido hacerlo, pero, como había que entregar, me puse al máximo. Eso sí, me salió una ampolla en el dedo», sonríe. El segundo, destinado a ubicarse en la contra de la revista, también supuso al principio ciertas dudas. «Pensaba que iba ser todo pelo. Sin embargo, esa diversidad y fragmentación hace que el retrato funcione. Hasta en el pelo somos distintas», añade.
El lanzamiento de la revista no ha pillado desprevenidas a las participantes de la portada. «Hay gente que ya se ha encontrado», comenta Susana Blasco. «Es muy importante decir que hemos usado todas las fotos que nos han mandado. Todas. Incluso hay piezas que están en dos sitios», alega.
Por todo ello, la satisfacción de la diseñadora es más que palpable. «Ha sido muy emocionante. Independientemente de la estética (que me gusta), el reto ha sido muy interesante. La mujer en su totalidad está representada: pasado, presente y (ojalá) futuro de la profesión. Y todas, además, a la misma altura: el hecho de que Jessica Walsh aparezca en la portada junto a una estudiante de diseño de Alicante es muy importante. La mezcla de todas da lugar a un retrato donde todas estamos representadas», concluye.
Susana Blasco es diseñadora gráfica, ilustradora y collagista. Estudió Publicidad y Empresariales, carreras que complementó con cursos de arte y diseño. Después de trabajar en distintos estudios y agencias de publicidad de Zaragoza como diseñadora gráfica y directora de arte, en 2007 constituye su propio estudio gráfico y recibe una beca DPZ para ampliar sus estudios artísticos en el extranjero. En 2008 traslada su residencia a Londres donde alterna el trabajo como freelance y los estudios de varios cursos monográficos en la prestigiosa Central Saint Martins College of Art and Design. Actualmente Susana Blasco reside en Bilbao donde ha fijado su taller.
Si quieres conocer cómo fue el proceso de creación de otras de las portadas de la revista Gràffica, puedes hacerlo aquí: Gràffica 4, Gràffica 5, Gràffica 6, Gràffica 7, Gràffica 8, Gràffica 9, Gràffica 10, Gràffica 11,Gràffica 12.