¿Por qué casarse con un diseñador gráfico? Da igual si eres fontanero, piloto de avión o agente de bolsa, las flechas de Cupido llegan a los corazones más insospechados, también si eres diseñador o diseñadora.
El día de San Valentín no podíamos hacer otra cosa que darle la vuelta a la tortilla a una de las listas más virales que durante años han circulado en torno a la profesión: 50 razones para no casarse con un diseñador gráfico. Atención, porque hoy llegan las 10 razones por las que casarse con un diseñador gráfico:
- Creatividad sin límites. La creatividad no tiene límites. Los diseñadores/as son unos cracks del Photoshop, inDesign, Illustrator… Vamos, que si necesitas quitarte unos años de alguna foto o falsificar un documento, lo tienes prácticamente solucionado.
- Todo en orden. De todos es sabida la pasión de los diseñadores por la retícula; que idolatren ese santo grial hace que todo esté en orden, y ese, es un punto a su favor. Con un diseñador/a en casa no verás un cuadro torcido o una composición de libros donde el equilibrio brilla por su ausencia. Eso sí, si te exasperan esas pequeñas manías, quizás, lo más prudente no sería casarse con un diseñador…
- La rareza es su virtud. Admitámoslo, los diseñadores son raros por naturaleza; pero de ahí su ‘aura’ y ese especial ‘carisma’ que les hace diferentes. No hay un diseñador/a que esté cortado por mismo patrón. Cada uno viene con su propio molde. ¿Existe mejor razón por qué casarse con un diseñador gráfico? Sí, vamos a por la razón número 4.
- Combinación cromática impecable. Aunque muchos diseñadores visten de negro, no te engañes. En realidad, esto sucede porque su modestia no les permite alardear de su sabiduría y de sus conocimientos sobre la teoría del color. Piensa que su pantonera es su herramienta preferida, pídele consejo para seleccionar la mejor paleta cromática que combina con los muebles, las cortinas o las estanterías de tu casa.
- Jamás te aburrirás. En el cerebro de un diseñador/a siempre hay algo que ronda sin cesar. Si va al supermercado, te hablará del packaging del nuevo champú que ha comprado. Si te vas a cenar, tendrás conversación por la etiqueta de vino o por la ilustración que decora la carta del menú. Si vas al cine, te comentará de quién es la tipografía de la peli. Incluso en un tranquilo paseo, te comentará que ese cartel que ves es el último trabajo del estudio de fulanito o menganito, y que antes molaba lo que hacían pero que ahora bla bla bla… Vamos, que aburrirte no te aburrirás.
- Flexibilidad horaria. En el caso de los diseñadores freelance este punto puede ser una importante ventaja. Si un día quieres ir al cine, un concierto o de viaje, siempre hay más margen para la planificación. (La otra cara de la moneda sería las entregas de última hora, las jornadas interminables… pero esa ya es otra historia).
- Diseño personalizado. En los preparativos de la boda no tendrás por qué contratar a un diseñador/a porque ¡ya lo tienes en casa! Así que, en lo relativo a los trabajos de impresión de material gráfico como son tarjetones, invitaciones, menús, etc. ya lo tienes solucionado. Ahí una razón de peso más para casarse con un diseñador gráfico. Y por supuesto, si no te gusta la opción presentada, siempre le puedes pedir o otra.
- Obsesivos del detalle. A la hora de programar el viaje de bodas, un diseñador/a pensará en las mejores localizaciones para sacar las fotos más molonas. Si busca un hotel, éste deberá tener el mejor diseño en su web. La belleza es un elemento que debe estar integrado en todas las facetas de su vida. ¡Aprovéchate tú también!
- Se entretienen solos. Cuando necesites tiempo para ti o para desconectar no tienes por qué preocuparte. Tan solo tienes que ponerle un vídeo de lettering o del proceso técnico de alguna imprenta antigua y tendrás a tu diseñador/a embobado/a durante horas. ¿Aún tienes dudas de por qué casarse con un diseñador? Venga, que llega el remate.
- Tendrás los regalos más originales. San Valentín, cumpleaños, Navidad, aniversarios varios… Un diseñador gráfico siempre buscará el regalo más original con el que sorprenderte. Da igual si es un gadget, un libro, un cartel o una taza para el café, los diseñadores tienen ese don de mirar fuera de lo convencional, así que puedes estar seguro/a de que, pase lo que pase, para ti siempre encontrará algún regalo único y muy especial.
Estas 10 razones por qué casarse con un diseñador gráfico son solo un resumen. Pero estamos convencidos de que hay más gente que tiene sus propios motivos. Si es tu caso, queremos conocerlos, ¡cuéntanoslo!
Actualizado 17/02/2020