La Casa Encendida presenta Pictoplasma, exposición dedicada a la actual estrategia artística de apropiación, rediseño y creación de mascotas, que se presentan libres de sus contextos originales de uso y comisariada por Lars Denicke y Peter Thaler.
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Tenemos que reconocer que cada vez que en esta redacción se menciona la palabra mascota –entiéndase dentro del campo del diseño y no como animal de compañía– nos entra el repelús. Por lo general, el mundo gráfico más populista nos ha ofrecido personajes que de haberlos reunido a todos juntos podrían haber dado lugar a la versión más terrorífica de la casa de los horrorres. Ejemplos no faltan: Naranjito, Curro, Bibendum, Ronald McDonald, Arnik el castor… Cerrad los ojos e imaginadlos todos juntos. Añadid las últimas incorporaciones al plantel nacional: Mexi-llón –al que ya le habíamos cogido cariño, pero finalmente ha sido destronado de ser la mascota oficial de La Vuelta– y Fideuet –la mascota para el Concurso Internacional de Fideuà de Gandia–. Aysss, ¡sudor frío! Pue aparte de todas estas mascotas hay muchas más. Y todas ellas están reunidas en Pictoplasma.
Pictoplasma es el título de la exposición dedicada a la actual estrategia artística de apropiación, rediseño y creación de mascotas, que se presentan libres de sus contextos originales de uso. Porque no todas las mascotas son tan atroces, o por lo menos así se puede constatar en la muestra comisariada por Lars Denicke y Peter Thaler que se puede ver en La Casa Encendida, en Madrid, hasta el 8 de septiembre.
Y es que, nos guste o no, las mascotas y logos comerciales son un fenómeno característico del siglo XX y que hoy en día tiene su continuidad. Michelin es una de las primeras compañías en triunfar en este sentido, puesto que creó su mascota Bibendum hace más de un siglo. A ella le siguieron en avalancha Kellog’s, Ronald McDonald o las criaturas de M&M, por citar algunos de los más conocidos iconos. Lo que distingue estas mascotas y logotipos de sus equivalentes en la animación y el cómic es que son icónicos y no narrativos, lo que garantiza su reconocimiento inmediato. No vienen con una historia detrás, sino que son abiertos y sorprendentemente resistentes a los cambios a lo largo del tiempo.
Pictoplasma nos pone de manifiesto que hay mascotas gráficas que son fruto de una buena dosis de ingenio y creatividad. Para ello reúne las piezas de Jeremyville (Australia); Amandine Urruty (Francia); Sauerkids (Países Bajos); Juan Molinet (Argentina); Ian Stevenson (Reino Unido), Buff Monster (EEUU), Slumberbean (Reino Unido), mr clement (Hong Kong) y Osian Efnisien (Reino Unido); Chu (Argentina), que también es parte del Doma; German Mark Gmehling y El Grand Chamaco (México); Tim Biskup (EEUU); Bakea (España), Geneviève Gauckler (Francia), Craig Redman (Australia), Raymond Lemstra (Países Bajos) y Aaron Leighton (Canadá).
El resultado es una exposición muy atractiva y 100% visual, donde confluyen obras de artistas internacionales y algunas piezas especialmente espectaculares, como la instalación White Noise Serials (compuesta por cajas de cereales intervenidas por artistas y diseñadores) o la enorme escultura hinchable The Missing Link, especialmente creada por Pictoplasma para esta expo. La programación es muy amplia, e incluye proyecciones, un concierto, talleres y también la primera edición madrileña de las Conferencias Pictoplasma.
Mascotas para todos los gustos: surrealistas, lisérgicas, alocadas, cándidas, frikis, risueñas, simpáticas, tiernas, burlonas… pero que al verlas no entran ganas de echar a correr de inmediato.
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Actualizado 24/11/2020