¿Hasta qué punto son válidos los bancos de imágenes como fuente de recursos para diseñadores?

Desde que se presentó el nuevo logotipo de la Junta de Andalucía en el que se vio un parecido más que razonable entre su ‘A’ y una similar de Shutterstock, nos venimos haciendo esta pregunta: ¿Hasta que punto son válidos los bancos de imágenes como fuente de recursos para diseñadores?

¿Hasta que punto son válidos los bancos de imágenes como fuente de recursos para diseñadores?
Imagen ‘Yes’ de Jon Tyson. Imagen ‘No’ de  Xavi Cabrera

Desde que se popularizaran los bancos de recursos para realizar piezas de diseño gráfico, entre los profesionales se ha ido alimentando el debate de si estos son una fuente de recursos para diseñadores realmente válida. Mientras que unos piensan que el empleo de gráficos vectoriales prediseñados o fotografías de stock no deberían incluirse en proyectos profesionales, otros son más de la opinión de que su uso es totalmente lícito. En realidad, la respuesta a esta cuestión no encierra ningún monosílabo, sino que va un poco más allá.

Antepasados

Aunque parezca que los bancos de imágenes o de recursos han nacido con Internet, lo cierto es que estos tienen unos antepasados en formato de catálogo físico donde se coleccionaban ilustraciones de todo tipo al servicio de los diseñadores gráficos (catálogos muy similares a los de los míticos catálogos de Letraset). Un ejemplo es la edición llamada The Clipper Creative Art Service llena de ilustraciones en blanco y negro y propuestas de composición junto a textos. Alrededor de los años 80 (cuando empezaron a surgir los ordenadores personales como el PC de IBM), este catálogo de papel pasó a su versión digital y el uso de imágenes prediseñadas se generalizó conviviendo las dos versiones durante algún tiempo.

No fue hasta 1984 cuando los ilustradores Mike MathisJoan Shogren, y Dennis Fregger crearon el primer catálogo digital de imágenes prediseñadas para el sector profesional: lo llamaron “ClickArt Publications”. La evolución natural de esta biblioteca de recursos fue pasar de imágenes digitales en CD-ROM a la posibilidad de descarga online y no solo de un conjunto de imágenes sino de una sola. En la actualidad, entre los recursos para diseñadores, además de imágenes gráficas prediseñadas, también son muy populares los bancos de fotografías de stock.

ClickArt Publications
El No

Una de las críticas en contra del uso de este tipo de recursos para diseñadores está relacionada con la democratización del diseño y sus herramientas. Hoy en día, cualquier software de diseño está a disposición no solo de profesionales sino de personas aficionadas al diseño gráfico que se dedican a dar solución a diferentes encargos. Si a esto se le suma la posibilidad de acceder a imágenes de stock y gráficos prediseñados, el resultado es un conjunto de piezas gráficas bastante mediocres y muy parecidas unas de otras, llegando incluso a la numerosa aparición de CoCos (Copias o Coincidencias). Ejemplo de ello son algunos casos de concursos de carteles de fiestas, en los que más de un autor ha coincidido en el uso del mismo recurso. 

Quienes están en contra aducen que con el uso de estos recursos en la mayoría de proyectos se le está dando más prioridad a la rapidez o a la necesidad de ‘parchear’ la ausencia de habilidad o criterio para diseñar que a la estrategia de comunicación que el proyecto necesitaría. Con el objetivo de no invertir tiempo en la creación de elementos ad hoc, hay quienes recurren a estos gráficos e imágenes, componiendo sus piezas gráficas o audiovisuales con ellas. Con ello, se corre el peligro de que la pieza diseñada no alcance de manera eficaz sus objetivos de comunicación.

El Sí

Aquellos que están a favor de la utilización de estos recursos para diseñadores están convencidos de que estos no son más que otra herramienta de las que dispone el diseñador gráfico.

Al igual que el profesional tiene a su disposición todo un universo de colores como los colores PANTONE o puede escoger la tipografía que desee en cualquier fundación tipográfica, o incluso escoger de entre muchas y diversas plantillas web la que más se adecúe a su proyecto, ¿por qué no va a pasar lo mismo con los recursos gráficos y fotografías? No es muy habitual que un diseñador en vez de escoger un color de entre una gama ya creada se dedique a mezclar pigmentos. O que diseñe una tipografía desde cero para las piezas de un cliente que no cuenta con presupuesto para ello. Y cada vez es más frecuente que el diseño web quede relegado a la modificación de plantillas web exquisitamente diseñadas y pensadas para todo tipo de necesidades. 

Otro de los argumentos que esgriman quienes le dan su sí a este tipo de recursos para diseñadores es que la propia profesión del diseñador gráfico está evolucionando; que el diseñador gráfico debe dejar la tradicional metodología más propia del grafista y centrarse más en la ideación creativa. Es decir, dejar a un lado los trabajos más mecánicos y apostar por el trabajo más conceptual y estratégico; dejar de ser componedores para ser diseñadores. Por lo que estos recursos, que cada vez tienen mejor calidad, para ellos son una herramienta más con la que contar para el desarrollo de las ideas.

La clave está en los grises

Como en cualquier cuestión que se abra a debate, no se trata de blanco o negro. Existe toda una gama de grises en los que vale la pena detenerse. Si bien estos recursos para diseñadores no tienen intención de desaparecer del sector, la solución tampoco pasa por utilizarlos sistemáticamente y para todo. La clave está en la calidad del recurso y en el uso que se les pueda dar. 

Hay muchos factores en la realización de un proyecto que pueden ser los indicadores de la idoneidad de su uso. Asuntos como el presupuesto, el tiempo, el objetivo que se pretende alcanzar, etc. serán determinantes en la decisión de crear algo en exclusiva o aprovechar imágenes prediseñadas, fotografías de stock, tipografías o plantillas. Y si bien la calidad de estas es fundamental, el criterio para su elección y la habilidad del diseñador para componerlos es esencial. 

Por otro lado, la existencia de bancos de imágenes y recursos ha abierto una puerta a profesionales de la creatividad como Muna Estudio que han visto aquí una oportunidad para poder trabajar. La inclusión en los bancos de imágenes de diseñadores, gráficos, ilustradores o incluso fotógrafos especializados en la creación de estos recursos, ha hecho que la calidad de estos productos vaya en aumento. 

En cualquier caso, y teniendo en cuenta todo esto, si al final el usuario no sabe muy bien qué recurso es interesante y cómo utilizarlo, la calidad del resultado siempre se verá comprometida.

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