La tipografía es un oficio complejo y fascinante que requiere, entre otras muchas cosas, un profundo conocimiento de su historia. Las cuatro tipografías que hoy presentamos, cada una en su estilo, tienen raíces profundas. El continuo diálogo con la tradición de los diseñadores tipográficos contemporáneos ofrece frutos tan apetecibles y enjundiosos como estos que vamos a ver seguidamente.
Push, de Fontwerk
«Push» es un compendio de la bicentenaria historia de las grotescas, cuyo punto de partida encontramos en la «Two Lines English Egyptian», publicada en el catálogo de la fundición inglesa de William Caslon IV, en 1816, en pleno apogeo de la Revolución Industrial como respuesta las necesidades comunicativas de la época: estaba naciendo la publicidad de masas.
«Push», diseñada por Christine Gertsch para la fundición tipográfica berlinesa Fontwerk, tiene su inspiración en otra de las grotescas pioneras, la «Seven Lines Grotesque», que publicó William Thorowgood alrededor de 1830 en Londres.
El reto de «Push» está en armar toda una familia de siete anchos con ocho pesos cada uno de ellos. Si a esto le sumamos los seis conjuntos de alternativas estilísticas que se pueden combinar entre sí, obtenemos una poderosa y versátil herramienta comunicativa capaz de articular una enorme variedad de voces tipográficas.
Gramercy, de Dinamo
«Gramercy» es todo elegancia y sensatez. Elegancia por su capacidad de alternar formas serenas y extravagantes, y sensatez por su funcionalidad y versatilidad. Es una de esas tipografías que transmiten serenidad y en cierto modo atemporalidad. Diseñada por Robert Janes para Dinamo, «Gramercy» es un serif de apariencia clásica pero cierto espíritu revoltoso que se percibe claramente en algunos detalles curvos y construcciones inesperadas.
Se presenta con 48 estilos en total en tres subfamilias, Standard, Fine y Display y ofrece óptimas prestaciones en todos los tamaños y medios, desde proyectos editoriales hasta gráficas de generosas proporciones.
Census, de Dalton Maag
Diseñada por Ben Jones para Dalton Maag, «Census» es una elegante y muy legible tipografía caligráfica basada en el trazo de un plumín de punta ancha. Una organicidad que sin embargo genera en tamaños pequeños una mancha textual tupida y homogénea, aunando con maestría los mundos de la tipografía y la caligrafía en un sutil equilibrio. Destaca la considerable altura de x de las mayúsculas, lo que le confiere autoridad y presencia.
«Census» presenta un solo peso, pero dispone de un rico abanico de alternativas estilísticas, como las mayúsculas festoneadas si se requiere una mayor expresividad, y un set alternativo de minúsculas unciales que pueden enriquecer mucho el texto en ciertos ámbitos.
Aunque a simple vista nos parezca que «Census» está muy marcada por clara connotación histórica, podría ser que usada con audacia en contextos que en primera instancia quedarían al margen de su campo de actuación fuese precisamente ahí donde diese lo mejor de sí y creara ambientes inesperados y sorprendentes.
Forevs, de Ohno Type
El inefable James Edmondson, de Ohno Type, acaba de sacar a la luz «Forevs», una especie de hibridación que parte de las incisas romanas y presenta características unciales y art nouveau. Entre los modelos que Edmonson ha tomado como inspiración destaca «Albertus», un clásico del siglo XX diseñado por Berthold Wolpe en 1936.
Con la honestidad que le caracteriza, Edmonson afirma que el género tipográfico en el que se inscribe «Forevs» está «bastante trillado», sin embargo, a nuestro juicio, su punto de vista tipográfico siempre resulta interesante y no hay propuesta en su catálogo que podamos considerar que está de más.
Así, «Forevs» aúna con sabiduría originalidad y tradición y se postula como un instrumento comunicativo altamente versátil gracias a su enorme variedad de estilos, 14 en total entre redondas e itálicas, con sus respectivas variables, además de un amplio abanico de alternativas formales.
Actualizado 17/05/2024