El MoMA de Nueva York presenta New Photography 2025: Lines of Belonging, una exposición que reúne a 13 artistas y colectivos de Johannesburgo, Katmandú, Nueva Orleans y Ciudad de México. La muestra, que podrá visitarse del 14 de septiembre de 2025 al 17 de enero de 2026, conmemora el 40 aniversario de esta histórica serie expositiva y pone el foco en cómo la fotografía actual articula relaciones de pertenencia, comunidad y memoria compartida en un mundo interconectado.

Lejos de ofrecer una panorámica global al uso, el MoMA ha elegido cuatro ciudades que históricamente han sido centros culturales autónomos, previos incluso a la formación de los estados-nación que las contienen hoy. Desde estos contextos locales, los artistas invitados despliegan narrativas personales entrelazadas con historias estructurales, coloniales o medioambientales. La propuesta curatorial —a cargo de Lucy Gallun, Roxana Marcoci, Oluremi C. Onabanjo y Caitlin Ryan— es tanto una celebración como una reflexión crítica sobre el poder de la fotografía como herramienta de conexión en un presente marcado por la incertidumbre política y los discursos fragmentados.
Una cartografía de afectos y archivos
La exposición se divide en tres galerías que exploran distintas formas de entender la vida comunitaria y las historias íntimas: desde los ríos o los museos hasta los archivos familiares y los árboles genealógicos. Entre las piezas destacadas se encuentra Berenice 29–39 (2022), de la sudafricana Gabrielle Goliath, un trabajo que recurre a la repetición para construir un lenguaje visual con carga emocional y política.

En paralelo, el proyecto The Public Life of Women: A Feminist Memory Project, comisariado por el Nepal Picture Library, rescata la experiencia de las mujeres en Nepal a través de un archivo digital que se activa en el espacio expositivo. También resalta la obra de Gabrielle Garcia Steib, que transforma archivos familiares en instalaciones audiovisuales para trazar vínculos estructurales entre América Latina y el sur de Estados Unidos.
La exposición cierra con una serie de imágenes de Sandra Blow que celebran la cultura juvenil LGBTQ+ en Ciudad de México, ofreciendo una mirada colorida, vibrante y afirmativa sobre nuevas formas de parentesco elegidas y construidas.

Entre el archivo vivo y el presente acelerado
Las propuestas reunidas comparten una sensibilidad común: el deseo de preservar, cuidar y conectar frente a la velocidad viral de la cultura visual contemporánea. En un ecosistema mediático dominado por el rendimiento y el consumo, New Photography 2025 reivindica la fotografía como espacio de resistencia y afecto, como lugar desde el que construir un relato más colectivo, más lento, más humano.
El MoMA también ha organizado un foro sobre fotografía contemporánea que se celebrará el lunes 8 de septiembre en el teatro Celeste Bartos del museo, donde varios de los artistas participantes debatirán sobre sus procesos y enfoques.
Desde su primera edición en 1985, la serie New Photography ha introducido al público del MoMA a más de 150 artistas de todo el mundo. Esta edición aniversario refuerza su vocación como espacio de descubrimiento, pero también como plataforma de resonancia para nuevas formas de entender el mundo desde la imagen. En esta ocasión, con una mirada que cruza generaciones, geografías y memorias para preguntarse —desde la fotografía— qué significa pertenecer.

