El Ayuntamiento de Murcia ha lanzado un concurso para desarrollar la campaña de Navidad 2025-2026 con una dotación de 8.000 euros. La convocatoria, enviada por correo electrónico entre agencias y estudios de diseño, exige la entrega de una propuesta completa de campaña: cartel, concepto creativo, eslogan, relato justificativo y adaptaciones a distintos soportes. La iniciativa ha provocado el enfado de numerosos profesionales del sector, que denuncian el carácter especulativo del proceso.

El concurso, dirigido a agencias, estudios y profesionales autónomos, enviada por el Gabinete de Comunicación del ayuntamiento de forma indiscriminada por correo electrónico, solicita la creación de una campaña integral que deberá reflejar la identidad y las tradiciones murcianas, incluir referencias al aniversario “Murcia 1200” y transmitir un mensaje “emotivo y contemporáneo”. Sin embargo, pese a su amplitud, la convocatoria establece una dotación única de 8.000 euros (IVA incluido), que engloba tanto la cesión total de derechos como la producción de todas las adaptaciones necesarias.

Según las bases a las que hemos tenido acceso, el ganador deberá desarrollar y entregar todas las piezas gráficas y audiovisuales, desde mupis, banners y materiales para redes sociales hasta spots de televisión, cuñas de radio y el programa oficial de actividades en formato físico y digital. Además, se exige disponibilidad durante toda la campaña, hasta el 6 de enero de 2026.
En la práctica, esto significa que los participantes deben asumir por su cuenta todos los costes de ideación, diseño y producción de la propuesta —tiempo, personal, software, maquetación, presentación— sin ninguna compensación, salvo que resulten ganadores. Si no son seleccionados, pierden toda la inversión y no reciben retribución alguna. Este modelo, conocido en el sector como concurso especulativo, ignora el valor del trabajo profesional y convierte un encargo institucional en una apuesta económica que solo beneficia al promotor.
Los plazos son especialmente ajustados: el concurso cierra el 26 de octubre, el fallo se comunicará dos días después, el 28 de octubre, y la entrega final está prevista para el 11 de noviembre, con las adaptaciones completadas el 24 de noviembre. En apenas tres semanas, el Ayuntamiento pretende disponer de la campaña institucional completa y lista para su ejecución.

El briefing incluido en las bases presenta la Navidad murciana como “una celebración con alma y espíritu especial”, que busca posicionar a Murcia como “ciudad referente en Navidad”. Pero lo que en apariencia se plantea como una convocatoria creativa se traduce, en la práctica, en un encargo profesional completo sin remuneración previa ni licitación pública, en el que solo una propuesta será seleccionada y remunerada.
A esta situación se suma la llamativa desproporción entre la inversión destinada a la campaña gráfica y la que el propio Ayuntamiento reserva a la iluminación navideña. Tal y como publica Murcia Plaza, el consistorio ha adjudicado recientemente el contrato de alumbrado festivo a la empresa Elecfs Iluminación por más de 800.000 euros, dentro de un contrato global valorado en 1,54 millones. Mientras la decoración lumínica contará con arcos ornamentales, guirnaldas y estructuras LED en todo el casco urbano, la imagen gráfica que acompañará a esas mismas fiestas se resuelve a través de un concurso abierto con una compensación económica 100 veces menor.
Numerosos estudios consultados por Gràffica han mostrado su malestar ante esta iniciativa, que consideran un ejemplo más de encargo especulativo promovido desde la administración pública. Denuncian que este tipo de convocatorias desvirtúan el valor del trabajo creativo, generan competencia desleal y precarizan el sector al exigir desarrollos profesionales sin garantía de compensación.
Este caso se suma a una larga lista de concursos especulativos impulsados por instituciones públicas en España, donde se solicitan campañas completas o diseños finales a cambio de una única retribución simbólica. Una práctica que, pese a su reiteración, continúa extendiéndose ante la pasividad de los organismos que deberían representar y defender los intereses de los diseñadores.
Actualizado 24/10/2025














