El Museo del Prado se abre a la creación contemporánea con la obra del artista Cai Guo-Qiang. En la exposición El espíritu de la pintura, el artista chino pone de manifiesto su fascinación por el Greco. Para ello, Guo-Qiang apuesta por reivindicar su faceta como pintor enfrentándose por primera vez con los grandes maestros de la tradición a través de su innovadora y particular técnica artística.
Es de esta forma cómo Cai Guo-Qiang (Quanzhou, provincia de Fujan, China, 1957) ha convertido el Salón de Reinos en su estudio produciendo allí un conjunto de ocho obras inspiradas en la memoria de este espacio palaciego y en un diálogo con los maestros antiguos del Prado. Esta residencia artística, que ha tenido lugar durante las semanas previas a la inauguración de la exposición, culminó con la creación de la obra El espíritu de la pintura, una pintura de una escala monumental (18 metros de largo x 3 metros de ancho).
Tanto esta como las otras siete obras creadas en el Salón de Reinos con pólvora, y a las que se suman 19 realizadas en Nueva York, forman parte de la exposición monográfica El espíritu de la pintura. Cai Guo-Qiang en el Prado, que se celebra en la sala C del edificio de los Jerónimos del Museo del Prado. Junto a ellas se exhibirán varios dibujos en cajas de cerillas, obra de su padre, Cai Ruiqin, quien le encaminó hacia la pintura, y materiales preparatorios para la última de sus creaciones El espíritu de la pintura.
Una muestra en la que los visitantes del Museo del Prado aprenderán acerca del diálogo que Cai Guo-Qiang ha entablado con la tradición pictórica occidental y con el espíritu del Greco, en particular, desde sus años de formación hacia la actualidad, a través un óleo y un acrílico de los comienzos de su carrera artística como pintor y de las memorias del viaje que emprendió en 2009 reconstruyendo el viaje personal y artístico del Greco desde su Creta natal, pasando por Venecia y Roma, y terminando en Toledo.
Con este proyecto Cai pretende reivindicar las cualidades que definen el espíritu de la pintura: la sensibilidad del artista, sus aptitudes artesanales y la sensación de aventura que supone trabajar sobre un lienzo en blanco. Por ello, ampliando su personal espíritu pictórico y pensando en vías de progreso para el arte contemporáneo, los temas y las obras creadas para esta exposición compondrán una progresión rítmica que reflejará una regla de composición usada en las creaciones literarias y musicales de la China clásica y moderna.
Esta fórmula compositiva, Qi cheng zhuan he, se articula en la exposición en diferentes secciones expositivas:
Inicio ascendente (qi)
La primera sala muestra la relación de Cai y su diálogo con el espíritu del Greco, como inspiración original de su exploración del arte de la pintura y como punto de partida de esta exposición.
Incluye Día y Noche en Toledo, la primera obra con pólvora realizada en Madrid, así como su interpretación del Apostolado del Greco, un acto de extracción y reimpresión de la espiritualidad del artista cretense.
Desarrollo (cheng)
Esta sección hereda el espíritu de Inicio ascendente, pero asume una forma de expresión más abstracta, y por lo tanto un aire algo más puro y elevado.
Ceremonia negra y Las nubes distantes –creadas en el Salón de Reinos– expresan el duelo de Cai hacia personas queridas que ha perdido en los últimos años como una extensión de las exploraciones del Greco hacia la espiritualidad.
El resto de las obras de esta sala reflejan su estudio de materiales y técnicas, y arrojan luz sobre la abstracción inherente al empleo de pólvora como material pictórico.
Transformación (zhuan)
La tercera sección amplía los conceptos de las salas anteriores y muestra una nueva energía rebosante de color ardor y efervescencia. Acoge la lujuria llameante, amapolas negras y El último carnaval para culminar con la obra monumental El espíritu de la pintura, que busca la liberación desenfrenada de la sensibilidad artística del creador chino.
Unificación (he)
La obra central de esta cuarta sección gira en torno al Salón de Reinos como tema y presenta la energía acumulada y controlada de un pintor que en resonancia con la primera sala, Inicio ascendente, llega a un nivel más alto de espiritualidad. Después de los vivos colores de las salas precedentes, entrar en esta es como sumergirse en un agujero negro.
Qué: Exposición monográfica El espíritu de la pintura. Cai Guo-Qiang en el Prado Dónde: Museo del Prado – Museo Nacional del Prado. Calle Ruiz de Alarcón 23. Madrid. 28014 Cuándo: Hasta el 4 de marzo de 2018 → museodelprado.es