La ilustradora y animadora Annie Wong combina su pasión por las «cosas grumosas» con imágenes y gif tan ingeniosos como simpáticos y pegadizos.
Annie Wong cultiva la ilustración desde bien pequeña, época en la que ya invertía una gran cantidad de tiempo en hacer manualidades y ver dibujos animados. Tenía claro que acabaría dedicándose a ello, y por eso decidió estudiar Bellas Artes. Después, comenzó a trabajar en Children’s Fairyland, un parque temático inspirado en cuentos infantiles situado en California. Allí aprendió «el arte de los títeres» y se convirtió en directora de arte del mismo.
Los títeres fueron el motivo que llevó a Wong a interesarse por la animación.
La ilustradora regresó a la escuela para estudiar esa nueva disciplina y comenzó a desarrollar proyectos de animación en stop motion. Las redes sociales son su canal predilecto para compartir sus creaciones, bastante populares y compartidas por diferentes cibernautas.
Los trabajos de esta ilustradora norteamericana (autoapodada como Headexplodie) beben de diferentes referencias, según cuenta la propia Wong: el alocado programa de televisión Pee-wee’s Playhouse, la elegancia de los trabajos en stop motion de Jiří Trnka, los archiconocidos teleñecos de Jim Henson, el espíritu «imaginativo» de Yoko Ono, o la estética visual de la MTV de los 90.
Entre sus trabajos más conocidos destaca una serie de GIFs basados en la figura de los ovarios. Con ellos pretende acabar con el estigma de la menstruación para uno de los proyectos que capitanea a nivel personal, OvaryActions.com.
«Los GIF animados se están convirtiendo en una forma cada vez más común de comunicarnos por Internet y a través de nuestros smartphones. Mis chats siempre han estado salpicados de emoticonos y emojis. Hoy en día, uso muchos GIFs y stickers», apunta Wong.
«Los GIFs son archivos pequeños y digeribles, además de muy fáciles de recordar. Espero expandir la biblioteca visual relacionada con la comunicación menstrual para que podamos normalizar el tema y divertirnos un poco con él».
Para ejecutar sus proyectos, la ilustradora y también animadora rechaza utilizar de forma directa las herramientas digitales. Admite que solo encontró el ritmo adecuado de trabajo cuando se dio cuenta de que le funcionaba mejor comenzar el proceso de manera artesanal. Aun sabiendo que es más lento, Wong tiene claro que lo que mejor le funciona es empezar con un boceto, después construir, preparar la cámara y la iluminación y, tras disparar la imagen, editar finalmente en el ordenador.
Actualmente, Annie Wong combina proyectos personales con encargos de clientes de la talla del Washington Post Magazine, Vans o The New York Times, entre otros. Sus ilustraciones editoriales realizadas con plastilina suponen un soplo de aire fresco en un sector donde predomina un tipo de dibujo más serio.
Actualizado 10/04/2020