Por segundo año consecutivo, no se han podido celebrar las Fallas de València, las obras creadas para 2020 siguen guardadas esperando a ser quemadas hasta que la situación de la covid nos deje volver a algo cercano a la antigua normalidad.
Hasta ahora las fallas solo se suspendieron por cuestiones bélicas, en 1896 durante la guerra de Cuba y durante la Guerra Civil en el periodo entre 1937 y 1939. Este año, los monumentos falleros tampoco se han podido quemar porque las fiestas se han suspendido. Uno de los proyectos que está en esta situación es el diseño para la Falla Mosen Sorell-Corona creado por el estudio Yinsen, formado por Lorena Sayavera y María Pradera. Desde hace varios años la falla de la calle Corona es por excelencia la pionera de la innovación fallera, fruto de la continua colaboración con creativos de referencia para el diseño de sus monumentos falleros. Nombres como Isidro Ferrer, Iban Ramón, Dídac Ballester, Javier Jaén, Escif o Berlanga, forman parte del legado de esta fórmula, elevando el concepto de falla tradicional hacia piezas que podrían considerarse arte contemporáneo efímero.
¿cómo os llegó el encargo?
Hacía poco que se había renovado su junta directiva y su nueva presidenta Elena Muñoz, a quien conocimos en 2018 tras hacer la campaña municipal para las Fallas, nos llamó por teléfono para hacernos la propuesta. Le dijimos que no habíamos hecho nunca una falla, pero insistió que precisamente eso es lo que buscaba, una mirada creativa nueva que pueda innovar dentro de las creaciones falleras. Ella tenía muy claro que quería trabajar con nosotras y ante tal confianza no podíamos negarnos.
¿tuvisteis algún briefing o limitación?
A nivel creativo nos dio plena libertad, aunque nosotras sí que nos acotamos tres puntos claves para mantener la esencia de lo que es una falla en su origen y a partir de estos elementos explorar caminos creativos. Estos fueron los puntos a seguir:
- Hacer una crítica sobre un tema actual que pueda empatizar con el mayor número de personas independientemente de su edad.
- Utilizar el fuego como ritual para liberarnos de aquello que queremos criticar.
- Utilizar la ironía para hablar en tono de humor.
Además, en esta ocasión querían el diseño tanto de la Falla Grande como de la Infantil. En este sentido, buscamos que el título pudiera ser el mismo para ambas y que además pudiera existir un diálogo entre ellas.
La única limitación que tuvimos fue de cara a la producción. El desarrollo lo hicimos en colaboración con el artista fallero Manolo Martín y debíamos encontrar una idea que se pudiera producir con el presupuesto que teníamos.
¿cómo fue el proceso creativo?
Las fallas nacen con la idea de criticar hechos censurables de la actualidad. Uno de los temas que más preocupan en este momento es la emergencia climática. Leíamos una noticia donde la ONU fijaba en 2030 la línea del no retorno. Cuando tiras del hilo y buscas la enfermedad detrás de estos síntomas encuentras una sociedad de consumo voraz, es el Black Friday, San Valentín, Navidad, el Día de la Madre o las Rebajas otra vez, parece el día de la marmota. Nos venden bocados de felicidad de usar y tirar, pedimos hipotecas a 40 años y nos convertimos en esclavos voluntarios para adorar al dios Don dinero. Y la pregunta es ¿merece la pena?
Buscando un símbolo universal que represente la sociedad de consumo, al principio, pensamos quemar dinero de forma literal. Una idea que también nos conectaba con las frases valencianas «Això ho pague jo» o «Serà per diners».
Pero claro, el dinero per se no es algo malo, lo malo es la ambición desmesurada y aquí es cuando entra en juego la ironía. Se entiende por ironía «el arte de denunciar, criticar o censurar algo, pero sin expresarlo de manera explícita o directa». Entonces, ¿cómo podemos quemar dinero sin hacerlo de forma explícita? Es cuando decidimos quemar un furgón Prosegur a escala real, un símbolo que representa dinero, seguridad, poder y deuda y que además representa ese deseo popular de robar un furgón lleno de dinero.
“Otra definición de ironía dice que ironía es la forma de dar a entender algo, expresando lo contrario de lo que se quiere decir o se piensa. Ok, ¿cómo hacemos para que nuestra falla se convierta en una ironía de la falsa felicidad diciendo lo contrario de lo que queremos decir?”
Yinsen Studio
Las Fallas están acompañadas de textos satíricos, en los que en muchos casos, se hacen juegos de palabras. Decidimos entonces, intervenir el furgón con un graffiti en un lateral que pusiera «Jo per a ser feliç vull un camió» (yo para ser feliz quiero un camión).
Y la cosa no acaba aquí. Las fallas normalmente solo se pueden mirar y queríamos proponer algo más participativo. Diseñamos un billete personalizado con las torres de Serranos de Valencia e imprimimos 54 millones de euros en billetes de cien. La idea era crear una cama de billetes en el interior para que el público pudiera entrar y vivir por un momento la sensación de acostarse sobre un montón de billetes.
Además, reforzamos la cabina para poder poner al pinchadiscos encima durante las verbenas y que pudiera estar la gente bailando alrededor del furgón en un ritual previo a la Cremà. Así, la Cremà, se convierte en un acto poético, de rebeldía y liberación contra el sistema capitalista, donde el fin puede ser el principio de algo nuevo. Manolo Martín construyó la estructura de madera con el mismo sistema que hacen los barcos y a día de hoy sólo falta hacer el grafiti.
Para la falla infantil, nos llamaba la atención que los niños tienen la capacidad de ser felices con muy poco, no importa si vale dinero o no, con una caja de cartón son capaces de jugar al fútbol tan felices. Planteamos una escena con una niña y un niño jugando con un camión hecho con una botella reciclada, así el título «Jo per a ser feliç vull un camió» funciona para ambas fallas y plantea una reflexión en torno al valor del dinero desde distintas perspectivas, la ambición del adulto y la ingenuidad de la infancia.
¿qué nos podéis contar del llibret que habéis diseñado para la Falla?
Un llibret de falla normalmente es un elemento poco cuidado a nivel de diseño dentro del entorno fallero, aunque desde hace muchos años Falla Corona ha realizado llibrets de mucha calidad, la mayoría diseñados por Iban Ramón. Cuando se quema una falla lo único físico que queda es el llibret. Es un proyecto experimental que traslada el sentido irónico de la falla a la publicación, combinando el lujo con lo algo barato. Usamos una tapa dura con golpe en seco y serigrafía en contraste con una encuadernación con canutillo de plástico también serigrafiado.
Esta encuadernación nos da la ventaja de poder añadir algunos elementos como fotografías, un billete quemado, y a posteriori, la idea es añadir fotos con el proceso de la falla, la plantà, fotos de la verbena y por supuesto la cremà. Para algunos de los textos se ha contado con personas como Óscar Guayabero, la crítica de arte Marisol Salanova, Lebrel e incluso contactamos con un ex-broker que trabajó en la bolsa de Londres.
a pesar de no poder celebrar las fallas ¿habéis hecho algo durante la pasada semana fallera?
Como todos los eventos están prohibidos, y aún no podemos quemar nuestras fallas, lo único que podíamos quemar era el llibret y así lo hicimos.
También desde Falla Corona nos pidieron crear un vídeo para la comisión fallera y que se les haga menos duro estos momentos tan raros. Para hacerlo hemos colaborado con Pablo Serrano de Cocowork Films y con la maravillosa voz de María José Chabrera.
→ Yinsen
Actualizado 21/06/2021