¿Has tocado alguna vez el papel volumen? Quienes lo hayan hecho estarán de acuerdo en que es un papel bastante sorprendente, sobre todo al sostener y sopesar alguna pieza impresa en este papel.
El papel volumen (en inglés llamado Hi-Bulk paper) es un papel especial. Tiene un aspecto muy natural tanto a la vista como al tacto. Pero lo más característico es que no pesa como los papeles convencionales, ya que la relación entre el grosor y el gramaje es sensiblemente diferente a la de los papeles estándar.
La clave está en su composición y fabricación. El objetivo al fabricar este papel es incrementar su espesor sin que lo haga el peso que normalmente iría asociado a este aumento. Esto se logra gracias a que en su composición fibrosa hay un contenido menor de cargas.
En ocasiones, cuando el papel tiene un volumen superior a 1,75 cm3/g, su composición cuenta con grandes cantidades de pasta mecánica con la que se suele conseguir con mayor facilidad un volumen específico alto. No es este el caso del papel volumen que, al contrario que la mayoría de papeles, resulta mucho más ligero a pesar de tener un volumen elevado.
La superficie del papel volumen es blanca, mate y porosa. Aunque permite una buena reproducción de imagen, el papel absorbe bastante tinta, por lo que los colores no resultan saturados ni vivos. Pero gracias a su rigidez y ligereza, suele ser el papel escogido en proyectos editoriales y de comunicación en los que un peso reducido es fundamental: carteles, libros, catálogos, revistas, manuales, documentos impresos en packaging pequeño como los prospectos de medicamentos, etc.
Un ejemplo de proyecto impreso en papel volumen es esta publicación de Frost* Collective que, a pesar de ser un ejemplar de grandes dimensiones pesa mucho menos que cualquier publicación de la misma envergadura impreso en papel convencional.
Actualizado 22/10/2015