Eso es lo que ha estado pagando hasta ahora IBM a Monotype por licenciar la Helvetica Neue cada año. Efectivamente, es una cifra muy alta para una tipografía, pero conocemos casos aún más bestias. Sigue leyendo y verás…
De hecho, gran parte del negocio de las grandes fundiciones como Monotype —multinacional estadounidense que cotiza en el NASDAQ y que facturó 203 millones de dólares en 2016, de los cuales algo más de la mitad son licencias de usuario— se basa en las cantidades que cobran a estas grandes compañías. Samsung, por ejemplo, pagaba el doble por licenciar Neue Haas Grotesk para incrustrarla en sus aplicaciones, y también encargaron una tipografía a medida a Neville Brody: SamsungOne. Por supuesto, al final somos nosotros los que pagamos la cena, ya que posteriormente nos repercuten el gasto a los que compramos sus productos.
Pero IBM no ha presentado su nueva y flamante tipografía hablando en estos términos, por el contrario ha utilizado argumentos de marketing/branding/diseño. Hasta ahora la compañía, con una fuerte personalidad gráfica gracias al magnífico trabajo de Paul Rand, había utilizado Helvetica Neue por su “neutralidad” , limpieza y precisión (puedes visitar la sección de su manual corporativo antes de que lo actualicen con la nueva tipografía).
Sin embargo, la ubicuidad de la Helvetica puede complicar la identificación de la marca en contextos donde el logotipo no está presente. Mike Abbink, director creativo de IBM y diseñador de tipos con mucha experiencia, se preguntó nada más fichar por la compañía por qué no tenían una tipografía corporativa a medida; puedes ver la entrevista entera en el siguiente vídeo:
Al parecer el proyecto llevaba un tiempo en un cajón porque IBM no encontraba la persona adecuada para sacarlo adelante, como explica Terry Yoo, vicepresidente de estrategia de marca y experiencia de usuario. Mike Abbink fue fichado en 2015, proveniente de Wolff Olins, Saffron, Apple y Meta Design (la empresa de Erik Spiekermann), donde diseñó tipografías a medida para General Electric y NBC Universal, así como varias retail del catálogo de FontShop, como FF Milo, FF Kievit y FF Brando (casi nada).
Al principio la estrategia apuntaba al territorio de los palos secos góticos (Gothic Sans) como Franklin Gothic y Bell Gothic, con más personalidad que la Helvetica, pero finalmente optaron por un híbrido entre gestos mecánicos, rectilíneos, propios del lenguaje de la ingeniería, con trazos manuales y humanos; hombre y máquina unidos en un solo lenguaje visual:
El argumento del ahorro de costes no es negado en absoluto por las fuentes de la compañía. El mismo Terry Yoo confirma que el gasto era tan alto que impedía que todos los empleados de IBM (380.000) tuvieran la Helvetica instalada en sus computadoras. Con una tipografía a medida resuelven los dos problemas de un plumazo, además de generar un intangible de gran valor. El primer paso consistió en ganarse al público interno, forrando la sede del festival SxSW (780.000 m2) con una lona gigante mostrando la IBM Plex. Los empleados se mostraron entusiasmados, involucrados e identificados con el proyecto, participando incluso en el nombre de la tipografía.
El siguiente movimiento táctico era abrir y compartir la tipografía al mundo entero, haciéndola de descarga gratuita y open source. Puedes descargarla en Github (con licencia SIL OFL 1.1) y pronto estará disponible en Google Fonts. No tenemos claro si se trata de una estrategia de branding o hay algo más detrás: una tipografía open source puede ser ampliada por cualquiera, de modo que podría salirles gratis que la tipografía esté disponible en más idiomas —por ahora van 110—. Lo encontramos brillante.
110 idiomas son muchos glifos que dibujar. Para poder abarcar todo el trabajo Mike Abbink contó con la colaboración externa de Bold Monday, una empresa holandesa capitaneada por Paul van der Laan, que explica así la ventaja de tener a Mike Abbink en el cliente:
Mike ya ha diseñado muchas tipografías, y fue de gran ayuda tenerlo dentro de IBM, no sólo desde un punto de vista de diseño, ya que desde el principio tenía la bendición de Jon Iwata [vicepresidente y responsable de marca en IBM].
—Paul van der Laan, Bold Monday
El resultado es una súper-familia compuesta por tres ramas: un palo seco (sans serif), una romana (serif) y una monoespaciada (monospace), con ocho pesos cada una más sus correspondientes cursivas. El resultado final estará disponible en 2018, mientras tanto podemos disfrutar de la versión beta:
Al ver la versión sans no hemos podido evitar acordarnos de la tipografía Px-Grotesk, de Nicolas Eigenheer para Optimo; el concepto de hibridación de la IBM Plex llevado a su máxima expresión 10 años antes:
En realidad la perla de la familia es la romana, diseñada para y desde la pantalla, con una legibilidad brutal en dispositivos móviles:
En conclusión, se trata de un buen proyecto, una gran iniciativa y un ejemplo —no al alcance de cualquiera— de cómo poner en marcha un diseño de tipografía corporativa a medida. Además pronto podremos utilizarla en nuestras webs, con lo que estamos de enhorabuena.

Imagen de Medium













Thanks for finally writing about > La nueva tipografía de IBM le ahorrará 1 millón de
dólares al año < Liked it!
Un aplauso de pié para IBM y Mike Abbink!
Les ha quedado una tipo preciosa!
¿Por qué «tipografía», luego «súper-familia»? ¿Por qué «cursiva», si la denominación de la variante de la redonda en inglés es «italic»? ¿No existen en español los términos «familia», incluso «letra» sería más acertado, e «itálica»?
¿Pero no se supone que las buenas tipografías no deben ser gratuitas, como decíais en otros artículos? Estoy #confundhidah
Dijeron que es una estrategia de branding, si siguen la filosofía Open Source, pero muy seguramente la licencia te permite su uso de forma personal, pero no comercial o lo que intentan es un módelo tipo Android, donde es gratuito a todo mundo, con la idea de poder decir: “Nuestra tipografía la usan X tantas empresas”, en fin marketing.
Daniel lo ha explicado ya muy bien en su artículo. La tipo no es gratuita en absoluto. IBM ha pagado por ella una cantidad, incluyendo en el contrato con la fundición creadora el derecho a difundirla como _open source_. Además, todo forma parte de la propia estrategia comercial de IBM, siguiendo el principio de notoriedad en redes.
Por otro lado tienes casos como el de Google Fonts: tipos de calidad que puedes usar y descargar libre y gratuitamente, por los que Google paga a sus creadores en función de esa cantidad de descargas y usos en web.
Cuando te vuelvas a descargar una tipo, busca siempre la EULA (End User License Agreement). Ahí estará bien especificado en qué términos y circunstancias puedes usar y/o modificar la fuente.
Y como decía Machado, no debemos confundir valor y precio.