La joven cineasta francesa Léon Moh-Cah, inspirada por la cuarentena ha lanzado un nuevo corto en el que se reflejan los entresijos de una comunidad de vecinos. Para ello, ha utilizado como recurso narrativo un efecto mariposa que conecta diferentes historias y que presenta un único relato.
El corto de animación se llama Ni vu ni connu (Esto se queda entre nosotros), y combina varias historias de los vecinos de un edificio cualquiera de una gran ciudad. De esta forma, cada ventana actúa como parte de una exposición de la vida privada de los ciudadanos en la que se intuyen todas las cosas que suceden más allá del marco de la ventana.
La idea de este reportaje se le ocurrió a Léon Moh-Cah a partir del confinamiento provocado por la pandemia del COVID-19. La retención de millones de personas en sus hogares le hizo comprender que narrar las aventuras cotidianas de una comunidad de vecinos se puede convertir en algo interesante a ojos de todo el mundo.
El proceso creativo de esta animación consistió en dibujar y exagerar las diferentes tiras cómicas que configuran la historia. Más adelante, todas ellas se fusionaron a través del efecto mariposa y configuraron el resultado final. También se ha procurado que todas las historias tuvieran sentido antes de comenzar a crearlas, para que, de esta forma, el resultado final tenga una coherencia clara. Como hilo conductor se utiliza un gato negro que va trepando por los balcones del edificio e interactúa con todos los vecinos de distintas formas.
La animadora francesa creó el fondo de la animación ensamblando pequeños grabados (uno por ventana), para construir un efecto único en cada una de las historias.
Los colores también juegan un papel fundamental en la construcción de la historia. Por ello, utilizó una paleta con los colores rojo, crema y negro y animó los dibujos en TV Paint, aplicando también el After Effect, pero sin perder la esencia de algo creado a mano.
Ni vu ni connu, un corto con un enfoque reflexivo y minimalista
Por tanto, Ni vu ni connu presenta un enfoque reflexivo que se alinea con el estilo general de Moh-Cah y que ella describe como bastante minimalista, evitando demasiadas líneas, detalles y colores. De esta forma, busca un estilo muy sencillo e inspirado en la realidad con la intención de distorsionarla y que así parezca más divertida y amena para los espectadores.
En definitiva, este corto de animación pretende hacer pensar a los ciudadanos sobre las diferentes vidas que existen en las casas, apartamentos y comunidades de las que formamos parte, y en las que se esconde una verdadera belleza cotidiana.