Aprovechando que el pasado 28 de octubre fue el día internacional de la animación y que ayer se celebró la noche más terrorífica del año, hemos decidido mezclar estos dos conceptos hablando sobre las inquietantes animaciones de Jan Švankmajer, que se encuentran en un escenario de pesadilla surrealista.
Jan Švankmajer (1934) es un escultor, artista gráfico, poeta surrealista, escultor y diseñador checo, célebre por sus películas de animación. Se formó en el Instituto de Artes Aplicadas desde 1950 hasta 1954 y luego en la Academia de Artes Escénicas de Praga (Departamento de la Marioneta). Años más tarde, Svankmajer hizo su primera película en 1964: Poslední trik pana Schwarcewalldea a pana Edgara (El último truco del Sr. Schwarcewallde y del Sr. Edgar). A este cortometraje le siguieron muchos más, algunos de los cuales han sido los cortometrajes animados más memorables y únicos que se han hecho.
La principal fuente de inspiración de Jan Švankmajer son importantes autores literarios como Lewis Carroll y Edgar Allan Poe. Y en la mayoría de sus películas emplea la técnica del stop-motion para animar muñecos, actores reales, figuras de arcilla y de plastelina, esqueletos de animales, máquinas, … con los que consigue transmitir en sus obras un clima de pesadilla que nunca deja indiferente al espectador.
Entre sus largometrajes se encuentran:
- Něco z Alenky (Alicia, 1988)
- Lekce Faust (Fausto, 1994)
- Spiklenci slasti. (Los conspiradores del placer, 1996)
- Otesánek (2000)
- Šílení (Insania) (2005)
- Přežít svůj život. Teorie a praxe) (Sobrevivir a la vida. Teoría y práctica) (2010)
Con 30 años de trayectoria, Švankmajer se ha ganado la reputación de ser uno de los animadores más importantes del mundo. En sus obras se han inspirado conocidos cineastas como Terry Gilliam, Tim Burton o los Hermanos Quay.
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