Los ciberdelincuentes ofrecen continuamente servicios maliciosos en la darknet, incluyendo servicios de creación de deepfakes. Esto no solo representa un riesgo para la reputación y la privacidad de los usuarios, sino que también son un peligro para su bolsillo. Analizamos los entresijos de una trama silenciosa que ha abierto nuevos debates respecto a los límites legales de la red.
El auge de la Inteligencia Artificial y de las tecnologías de realidad inmersiva han supuesto toda una revolución en la industria deepfake. Esta palabra es un acrónimo del inglés formado por las palabras «fake», falsificación, y deep learning, aprendizaje profundo, y hace referencia a la réplica falsa de personas a través de tecnología. Un caso reciente ha sido la representación que hizo Cruzcampo de Lola Flores para su campaña «Con mucho acento».
El riesgo de ser víctima de deepfakes es cada vez mayor. La manipulación de imágenes de una persona, muy fáciles de conseguir hoy en día a través de las redes sociales, se puede llevar a cabo con muchos fines: fraude financiero, manipulación política, venganza, acoso… Sin embargo, crear deepfakes de calidad requiere una gran experiencia y disponer de un software específico. Es por ello que quienes buscan vídeos de este tipo suelen acudir a la dark web. Pero, ¿cómo funciona esta industria?
Kaspersky, compañía global de ciberseguridad, ha realizado una investigación al respecto que ha revelado una gran demanda de deepfakes. Tanta que supera la oferta disponible. Según explican, el coste varía en función de la complejidad de la petición y la calidad final del producto. En muchos casos, se trata de deepfakes de celebridades o políticos y el precio por minuto oscila entre los 300 dólares y los 20.000 dólares.
El coste de los deepfakes depende en función de la complejidad de la petición y la calidad final del producto.
Algunos de los creadores de deepfakes ofrecen vídeos de alta calidad para realizar fraudes con criptomonedas. Este servicio incluye la generación de vídeos en los que los ciberdelincuentes consiguen recolectar criptomonedas con el cebo de la entrega de obsequios falsos.
Para crear estos deepfakes, los estafadores usan imágenes de celebridades y manipulan vídeos ya publicados para realizar transmisiones en vivo en redes sociales, prometiendo duplicar cualquier pago en criptomoneda que se les envíe. Generalmente, muestran una página generada previamente donde se les pide a las víctimas que transfieran un número concreto de monedas virtuales con la promesa de duplicar su pago. Como resultado, los usuarios pueden perder entre 1.000 dólares y 460.000 dólares (entre 924 y 425.000 euros).
un problema de privacidad
Los deepfakes se utilizan para el fraude financiero, pero también pueden suponer un grave problema para la privacidad. Algunos creadores ofrecen sus servicios para crear vídeos pronográficos. También se pueden ver tutoriales para aprender a crear deepfakes, en los que se explica cómo seleccionar las imágenes e intercambiarlas para que el resultado sea convincente. Estos materiales son utilizados para chantajear a la víctima, que generalmente sufre un gran daño emocional y económico.
Vladislav Tushkanov, científico de datos principal de Kaspersky, asegura que «los ciberdelincuentes utilizan cada vez más deepfakes para estafar, incluido el el fraude de criptomonedas, y para sortear sistemas de seguridad biométrica». En este sentido, piensa que la fuerte demanda de creación de deepfakes indica que hay quien está dispuesto a pagar grandes cantidades de dinero para adquirir dichos vídeos: «La tecnología mejora cada vez más rápido y es más accesible para todos, por ello es crucial que empresas y ciudadanos tomen medidas para protegerse de las estafas y ataques a través de deepfakes».
«Los ciberdelincuentes utilizan cada vez más deepfakes para estafar, incluido el el fraude de criptomonedas, y para sortear sistemas de seguridad biométrica»
Vladislav Tushkanov, científico de datos principal de Kaspersky
cómo combatir los deepfakes
La monitorización continua de la dark web desvela información muy valiosa sobre la industria de los deepfake. Los analistas de Kaspersky rastrean las últimas tendencias y actividades de los ciberdelincuentes para descubrir nuevas herramientas y servicios para la creación y distribución de deepfakes, lo que ayuda a tener un mayor conocimiento de las nuevas amenazas. El servicio Digital Footprint Intelligence de Kaspersky incluye este tipo de monitorización para ayudar a las empresas y personas a conocer lo último en deepfake.
Para mantenerse a salvo de este tipo de amenazas, Kaspersky recomienda potenciar los cortafuegos humanos: los empleados que deben saber qué son los deepfakes, cómo funcionan y las amenazas que los plantean. Para ello, aseguran que se deben implementar campañas de concienciación y educación para enseñar a los trabajadores a cómo detectar un deepfake.
Tambiéna aseguran que es importante consultar fuentes de noticias calidad y establecer protocolos y buenas prácticas sabiendo que desconfiar no garantiza que no se vaya a ser engañado, pero reduce las posibilidades. Por último, recomiendan tener en cuenta las características de los vídeos deepfake: muestran movimientos bruscos, cambios repentinos de iluminación y de los tonos de piel, parpadeo de ojos inusual o directamente ningún parpadeo o descoordinación de de los labios al hablar, entre otras muchas cosas.
Actualizado 01/06/2023