Seguro que a estas alturas ya estarás familiarizado con los formatos de archivo como TIFF, JPEG, GIF, PNG… y sus características. Pero, ¿has oído hablar del formato de archivo FITS? Quizás, si trabajas en el mundo de la astronomía sí que te suene. Si no, sigue leyendo…
FITS o Flexible Image Transport System es uno de los formatos de archivo estándar más utilizados en el campo de la astronomía. Va mucho más allá que un simple JPEG o GIF. Avalado por la NASA y por la Unión Astronómica Internacional, el formato de archivo FITS se emplea para transportar, analizar y archivar conjuntos de datos científicos de todo tipo.
Aunque fue a finales de los años 70 cuando Eric Greisen, Don Wells, Ron Harten y P. Grosbol empezaron a desarrollar el Flexible Image Transport System –para intercambiar imágenes astronómicas y archivos de datos astrofísicos–, sus especificaciones no fueron publicadas en los medios especializados hasta 1981. Para entonces este archivo ya se había convertido en un archivo estándar en los círculos profesionales de la astronomía. De hecho, según la Encyclopedia of Graphics File Formats, muchos de los datos solares, lunares y planetarios que se recuperan por la rama de Astrofísica de la National Aeronautics and Space Administration (NASA) se distribuyen usando el formato de archivo FITS.
Lo más interesante para el usuario es que un mismo archivo puede almacenar numerosos y diferentes tipos de datos, lo que lo convierte en un formato de archivo mucho más complejo que uno convencional. Por poner un símil, un JPEG por ejemplo sería un estante y un FITS sería toda una estantería. Este tipo de archivos, además de imágenes convencionales, puede almacenar datos de diversas clases como espectros electromagnéticos (imágenes de rayos x y de infrarrojos), mapas de bits, texto ASCII, matrices multidimensionales, tablas binarias, palabras clave que proporcionan información descriptiva sobre los datos que se almacenan, etc. Esto es posible gracias a que un mismo fichero, además de la Primary Header (Cabecera primaria), posee múltiples extensiones (o bloques de datos) con información diferente de un mismo objeto en cada una de ellas.
Como el procesado de imágenes de programas como GIMP o Photoshop está limitado a la lectura de imágenes simples, para abrir los archivos FITS existe software especializado capacitado para descifrar tablas y bases de datos más complejas y disponible en los lenguajes más utilizados en el ámbito científico.
Pero FITS no está cerrado únicamente al ámbito de la astronomía. Es el caso de la Biblioteca del Vaticano. Según cuenta la restauradora de la biblioteca Ángela Núñez Gaitán en unas declaraciones para El Mundo, el proceso de restauración y conservación de más de un millón y medio de libros impresos, 80.000 volúmenes manuscritos y más de 8.600 incunables, incluye la digitalización y el almacenamiento en FITS de sus obras –algunas de ellas escritas sobre piel de oveja–. Aunque afirma que es necesario este proceso, admite no confiar demasiado en el archivo digital con el paso del tiempo.
«Los libros que tenemos en la biblioteca se han conservado durante 13 siglos, 18 siglos, 1.000 años. Nadie me puede asegurar que la imagen digital vaya a durar una milésima parte de ese tiempo. Posiblemente el formato digital actual no sea compatible en el futuro y sea necesario convertirlo a otro formato. Por lo tanto, también hay que pensar en el coste de la conservación de esas imágenes digitales».
Actualizado 06/05/2021