Estos días, hay un cierto revuelo entre el sector del diseño por la presentación de una nueva entidad llamada España Global, que viene a substituir lo que el anterior gobierno llamó Marca España. Los objetivos, según ellos, son los mismos: “mejorar la percepción del país en el extranjero y entre los propios españoles. Divulgar los aspectos positivos de España y defender la imagen de un país moderno, innovador y de talento”.
Ciertamente, muchos países tienen una entidad que gestiona su marca. Esa marca compite, principalmente, en el mercado de los destinos turísticos y en los mercados de inversión. Un buen posicionamiento de marca, se supone que atraerá turistas e inversores. En nuestro caso, no está tan claro que sean esos los motivos. Parece que la imagen de España, no como país, si no como institución (la suma de todas las instituciones que lo representan, desde la monarquía a la judicatura o el gobierno), no pasa por su mejor momento. El objetivo es mejorar la imagen de quien ostenta el poder, no del país. Eso hay que tenerlo claro.
Una vez entiendes el objetivo del cliente, puedes valorar la propuesta de diseño. En este caso, y también según la web de España Global, “el diseño es el resultado del trabajo de la ciudadana Myriam Maneiro, creativa independiente, que, desinteresadamente, ha querido contribuir aportando su profesionalidad a este proyecto de España Global”. Y siguen: “La diseñadora ha sabido plasmar en un logotipo las metas de una iniciativa abierta a la ciudadanía, que quiere integrar la diversidad y el talento de los españoles en la construcción y defensa de la reputación de España”.
Porqué la “ciudadana Maneiro” ha decidido trabajar gratis, menospreciando la profesión del diseño, y cómo ha sabido que había esa necesidad “de país” que requería su colaboración, no lo sabemos. Podemos intuir cosas, conociendo que ella es autora de la campaña de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE. Es curioso que digan que España Global está abierta a la ciudadanía y solo la ciudadana Maneiro supiera que buscaban un logo gratis.
Visto lo visto, casi que el resultado es lo de menos. En realidad, ni tiene el peso de una imagen institucional ni tiene la capacidad de seducción de una marca. Es una más de las moscas anodinas que poblarán el cartel de alguna que otra exposición o congreso y con ese “degradé” no creo que quede muy bien reproducida. Lo que sí queda claro, por el peso de la tipografía, es que es más importante “España”, que “Global”. Su mirada sobre “la diversidad y el talento de los españoles” parece estar hecha muy desde arriba, como si Myriam y la Secretaria de Estado, Irene Lozano, hubieran hecho un viaje en globo.