Su nombre está en boca de todo el sector desde hace dos días, y no es para menos: el Premio Nacional de Diseño acaba de reconocer a Manuel Estrada por toda una vida dedicada al diseño. Hablamos con él para averiguar cómo valora este reconocimiento.
Los teléfonos no han dejado de sonar en el estudio Estrada Design desde el pasado miércoles se hiciera público que el Premio Nacional de Diseño 2017 llevaba el nombre de su fundador: Manuel Estrada. Nacido en Madrid en 1953, Estrada comenzó a estudiar arquitectura mientras trabajaba en el estudio de Román Marlasca. Unos años más tarde acabaría cambiando la arquitectura por la realización de gráfica publicitaria, diseño de packaging y diseño de carteles de cine.
Desde entonces, ha amasado una sólida carrera que le ha conducido a la presidencia de la Fundación de la Asociación de Diseñadores en Madrid, cargo que compagina, actualmente, con su labor de diseñador y docente. Entre reuniones y viajes, conseguimos robarle cinco minutos para charlar con él sobre este premio.
«Es un reconocimiento al trabajo que he hecho y hacemos en el estudio», nos cuenta. «No queda otra que satisfacerse y agradecer al jurado que nos lo ha otorgado», añade. El jurado, así, ha destacado del diseñador gráfico «su intensa actividad profesional comprometida con la comunicación a través de imágenes, así como su extraordinaria capacidad para el desarrollo de diferentes líneas proyectuales como son la identidad corporativa, el diseño editorial, y la definición de espacios expositivos y comunicativos».
Para Estrada, la recepción de este premio es, además, una oportunidad para reivindicar el diseño gráfico, que ha atravesado unos «años duros» desde la explosión de la crisis. «Creo que nuestro oficio ha pasado por una época adversa», corrobora, y evidencia que el rápido consumo de la comunicación «resta importancia al trabajo» de los diseñadores gráficos.
«Se consume todo tan rápido que a veces deja de ser importante el cómo se utilizan las cosas. Un ejemplo de ello sería que cada vez se sustituyen más las imágenes por vídeos, que se consumen a su vez más rápidamente», reflexiona.
«Me parece indispensable recordar que el diseño gráfico sigue siendo una profesión importante que ayuda a empresas, instituciones, eventos culturales; que ayuda a comunicar mejor, a hacer todo más fácil de entender y, al mismo tiempo, a contextualizar las cosas».
No nos despedimos de Manuel Estrada sin preguntarle por cómo va a celebrar el premio. «Abrimos una botella de cava la otra mañana», nos revela. «Básicamente, con la gente del estudio, compartiéndolo con las personas con las que hacemos los proyectos», concluye.
Actualizado 31/07/2017