El estudio madrileño firma junto al realizador Tim Bierbaum la nueva campaña global de Sandisk. Una pieza que transforma un simple dispositivo de almacenamiento en un personaje entrañable, con humor, diseño y una mirada profundamente humana sobre la tecnología.
Sandisk ha lanzado su nueva campaña internacional Memory Man, una serie de piezas dirigidas por Espadaysantacruz Studio y Tim Bierbaum, producidas por 1st Avenue Machine y creadas junto a la agencia Callen. En el centro del proyecto está Memory Man, un pequeño robot que graba y almacena todo lo que ocurre a su alrededor. Pero, más allá de su función, el personaje se convierte en un símbolo del proceso creativo contemporáneo: un asistente torpe y curioso que acompaña a los creadores de contenido mientras experimentan, improvisan y se divierten.
Diseñar una experiencia, no un producto
El estudio fundado por Nerea Goikoetxea, Juan Santa-Cruz y Miguel Espada ha concebido a Memory Man como un objeto que invita a jugar. Su diseño, inspirado en los robots de las películas de ciencia ficción de los años 80 y 90, mezcla lo nostálgico con lo atemporal. “Normalmente adaptas el diseño a una funcionalidad, pero aquí se trataba de lo contrario: de construir una experiencia”, explican desde Espadaysantacruz. El robot es pasivo pero flexible, con un esqueleto ajustable que permite colocarlo en todo tipo de posiciones: sobre un taxi, colgado de una barandilla o incluso volando sobre Nueva York.
El equipo decidió añadir zapatas y roscas universales para que cada creador pudiera personalizarlo: cambiarle las manos por micrófonos, añadirle luces o incluso accesorios cómicos. “Queríamos que fuera útil, pero también que diera ganas de reírse y de crear con él”, señalan. Esa combinación de diseño emocional y humor práctico es una de las señas de identidad del estudio madrileño, que ha hecho de la tecnología un terreno poético y accesible.
De la tecnología al relato
Memory Man forma parte de la línea Creator Series de Sandisk, y se presenta junto a reconocidos creadores como Devin Super Tramp, Simone Giertz o Gong Bao. En los primeros vídeos de la campaña, el robot acompaña a cada uno en su entorno: sube a taxis por Manhattan, ayuda en talleres o se enfrenta a pruebas imposibles con un aire ingenuo y encantador. La historia, más que promocionar un producto, busca mostrar cómo la tecnología puede participar del proceso creativo sin robarle protagonismo al creador.
Lejos de los clichés del marketing tecnológico, la campaña convierte la utilidad en una historia. Memory Man es un personaje diseñado para empatizar, no para impresionar. Y en ese gesto se nota la mano de Espadaysantacruz, un estudio que lleva años difuminando las fronteras entre arte, diseño y comunicación visual.
Estrenada a nivel global, la campaña reafirma su posición como uno de los estudios españoles con mayor proyección internacional. Su capacidad para integrar tecnología, diseño e imaginación narrativa convierte cada proyecto en un experimento con alma: una demostración de que, incluso en el terreno del branding, el diseño puede ser un personaje con vida propia.
