Parece que el mundo siempre ha estado dividido entre aquellos que usaban (y amaban) los productos de Apple y aquellos que usaban los de Microsoft. Entre unos y otros parecían existir diferencias irreconciliables porque históricamente, los usuarios se han posicionado en un bando u otro defendiendo las virtudes de sus productos y, lo más importante, acostumbrándose a ellos. Esta situación se ha mantenido durante décadas, por lo que era difícil predecir lo que estamos viviendo hoy: la equiparación entre Apple y Microsoft –una marca que, en los últimos tiempos, ha innovado hasta llegar a atraer las miradas de muchos, incluso de aquellos que eran fieles usuarios de Apple–.
Pero, ¿qué cambios está sufriendo Windows? ¿Cuál es el motivo de la nueva percepción de la marca? Y, ¿sigue siendo Apple el líder del sector o está perdiendo su posición de lovemark? En este artículo vamos a adentrarnos en este tema e intentar aclarar los cambios que están sufriendo ambas marcas.
Apple, una marca que emociona a sus clientes
Productos como el Mac, el iPod y el iPhone han marcado hitos históricos y han revolucionado no sólo las industrias de la creatividad y el entretenimiento, sino también la forma en la que la tecnología forma parte de la vida de las personas. Más allá de sus productos, Apple siempre ha tenido una personalidad clara: la de una marca centrada en los usuarios que refleja los valores de su público y conecta con él emocionalmente. El humor de la campaña Get a Mac, el tono enternecedor de los spots promocionales de Facetime o los coloridos anuncios de siluetas que bailan al ritmo del iPod son ejemplos de cómo Apple apela a las emociones y a aquello que las genera (la música, la familia, la creatividad etc.). El éxito y repercusión de estas campañas las han convertido en piezas icónicas de la publicidad.
La figura y la filosofía de Steve Jobs ha sido uno de los pilares sobre los que se ha construido la marca y un elemento catalizador de su filosofía corporativa. La innovación, la búsqueda constante y la importancia del diseño son algunas de las características de Apple, una corporación que ya forma parte de la historia del branding. A través del diseño de sus productos, Apple ha conseguido un preciso equilibrio entre la funcionalidad y la estética, lo cual ha convertido en una parte fundamental de su identidad y le ha valido para ganarse el favor de gran parte del público creativo, especialmente de los diseñadores.
Aunque el colectivo de profesionales que siempre ha estado ligado a Apple es principalmente el de los diseñadores y los creativos de cualquier ámbito, si profundizamos en su target actual, encontramos un dato interesante. Con el paso de los años, sus usuarios están madurando y ya no es una marca exclusiva para los jóvenes, para los diseñadores o para los techies. Ahora, Apple se ha convertido en una marca de referencia para los adultos que superan los 35 años, maduros y con necesidades tecnológicas variadas tanto laborales como de entretenimiento. Por otra parte, el lanzamiento del iPhone supuso una de las mayores revoluciones tecnológicas de los últimos años, y convirtió a Apple en el referente a nivel mundial de la tecnología de uso personal. Este nuevo posicionamiento ha hecho que Apple se dirija con sus productos a todo tipo de públicos y ámbitos. Lo que antes era una compañía que ofrecía soluciones profesionales y de entretenimiento, ahora desdibuja las fronteras del uso de la tecnología creando productos para todos.
Microsoft, un gigante hasta ahora sin personalidad
Al contrario de lo que le ha ocurrido a Apple, la percepción de Microsoft se ha centrado hasta ahora en el carácter práctico de sus productos y no en su personalidad como marca. Con las diferentes versiones de su sistema operativo Windows, Microsoft está presente en más del 90% de los ordenadores a nivel mundial. Este impresionante dato es un indicativo de cómo la compañía ha conseguido posicionarse como un estándar casi universal. No obstante, este éxito de ventas no le ha valido a Microsoft para cultivar una lealtad en su comunidad de seguidores como la que posee Apple. Windows no ha sido necesariamente percibido como un producto emocionante o cautivador, sino más bien como una simple herramienta. Las pantallas de error, los virus, las incesables actualizaciones y los problemas derivados del hardware de terceros en el que se instala han convertido a Windows en un producto probablemente más odiado que amado.
La renovación de Windows
En 2007, con Windows Vista, Microsoft realizó su primer gran intento de reconquistar a sus usuarios. Para ello implementó un cambio notable en su interfaz de usuario y adoptó un nuevo lenguaje visual denominado Aero, protagonizado por transparencias y degradados coloridos que, a pesar de ser llamativos, no compensaron las carencias de un sistema operativo que no satisfizo a sus usuarios. Microsoft reaccionó e implementó mejoras con con Windows 7, sin embargo, su mayor renovación como marca estaba aún por llegar.
Llegados al año 2010, las intenciones de Microsoft de ser una marca influyente y apreciada empezaron a esclarecerse. El lanzamiento de Windows 8 y de Windows Phone empezó a consolidar un ecosistema al que se incorporaron marcas como la consola de videojuegos Xbox, y el servicio de videollamadas Skype, todo ello bajo un nuevo lenguaje de diseño: Metro. La nueva interfaz de los productos de Microsoft resultó fresca e innovadora. La apuesta por la tipografía y los bloques de color como principios básicos de la interfaz ha sido uno de los mejores aciertos de una compañía que comenzaba a acercarse a su mayor competidor en cuestiones de diseño de interfaces. Sin duda, la apuesta por el diseño como uno de los ejes fundamentales para la creación y comunicación de sus productos ha supuesto un antes y un después para Microsoft.
En su afán por conseguir el ecosistema de productos y la lealtad de los usuarios que Apple ha tenido durante décadas, Microsoft realizó en 2012 su primera incursión seria en el mundo del hardware con el lanzamiento de la familia de productos Surface. Esta nueva gama ha evolucionado desde entonces, pivotando entre diferentes híbridos de portátil y tablet hasta el lanzamiento del Surface Studio, el primer ordenador de escritorio de Microsoft que además innova con una pantalla abatible y accesorios para el uso de aplicaciones creativas.
Apple vs. Microsoft: cada vez más equiparados
El proceso de consolidación de la imagen de marca de Microsoft, aunque va por buen camino, precisa de un largo recorrido hasta llegar a la posición de su mayor competidor. Apple aún cuenta con una amplia base de seguidores y un gran potencial como marca, lo cual le supone una gran ventaja para la acogida de sus productos. Sin embargo, ambas compañías están sufriendo importantes cambios que en cualquier momento pueden inclinar la balanza de la confianza de los consumidores.
Actualizado 05/10/2018