Al igual que en un desierto puedes encontrarte con un oasis, la semana pasada hemos encontrado en medio de las islas afortunadas, un auténtico vergel de diseño creatividad y saber hacer que nos ha dejado realmente emocionados.
El Tenerife Design Festival está, con toda seguridad, a la altura de los mejores eventos de diseño del país y algunos de carácter internacional. Y esto lo decimos por su perfecta organización, por su concepto global y por su matiz diferenciador. Y esto en la primera edición. ¿Qué harán para superarse en las próximas?
Una organización excelente ha hecho que todo funcione como un reloj suizo. A lo largo del día, y durante toda la semana, apenas había un momento que no estuviera ocupado por una exposición, una conferencia o presentación. “Llevábamos más de 2 años preparando el festival. Apostamos por inventar el mejor festival inimaginable y resulta que todas las propuestas que presentábamos iban cuajando y confirmándose”, nos confiesa los dos organizadores del festival, Samuel Cabrera y Yapci Ramos.
También, por haber sacado el diseño a la calle. Desde los coches de la organización, los 4 centros donde se desarrollaban las actividades, la instalación en una parada de tranvía (¡qué locos!), hasta los carteles y vallas publicitarias que han inundado la ciudad con su presencia. La población ha podido percibir que algo ocurría y eso nos parece que es algo que deben perseguir este tipo de eventos. Socializar el diseño.
El TEA (Tenerife Espacio de las Artes) ha sido el centro neurálgico del evento. Un edificio realizado Herzog & de Meuron (los mismos que hicieron el Forum de Barcelona o el nido de las Olimpiadas de Pekín) que nos ha dejado boquiabiertos. No existe mejor marco para ponerle al festival. Recomendable la visita sólo por la arquitectura. En el patio central del edificio había instalada una enorme alfombra (Flying Carpet) a modo de césped artificial que ha sido el parque recreativo del festival.
“Nos ha gustado mucho ver la relación entre los diferentes invitados. Poder tener a toda la gente que nos gusta, sentada en la misma mesa y ver y oír todas sus opiniones y cómo se van entrelazando entre ellas, es todo un placer”. “Lo más duro ha sido convencer a todo el mundo para que apostara por este proyecto”. “Se han quedado algunas cosas en el cajón, pero seguro que en la próxima edición conseguiremos desarrollarlas”.
Pero el gran acierto, creo que ha sido, unir tradición y diseño. TDF Signo ha unido a diseñadores como Los Hermanos Campana, o Héctor Serrano con artesanos locales de mimbre o canterería, que han devuelto al diseño su verdadero origen y modo de ser. El resultado se puede ver en una gran exposición en el TEA. Todas las piezas desarrolladas y un documental de cómo se hizo todo, es uno de los grandes proyectos del festival.
La unión entre cultura local y diseño global es la gran particularidad que hace diferente este evento de otras semanas o festivales de diseño. Además, han demostrado a las autoridades locales que el diseño puede ayudar y mucho a relanzar los grandes valores culturales de las islas. “Todos los invitados tanto a los talleres, conferencias o exposiciones tenían algo que ver con este concepto”, nos remarcaban Yapci y Samuel.
También sea dicho de paso, el apoyo de las autoridades locales ha sido importante y eso se nota. Esperemos que el convencimiento haya sido lo suficientemente importante para que promuevan el evento en sucesiones ediciones.
En resumen, un festival de diseño excelente, que sin duda se convertirá en un referente y en visita obligada en las próximas ediciones.