Es uno de los artistas españoles más internacionales. El portfolio de Ricardo Cavolo incluye murales públicos y exposiciones de arte en todo el mundo, desde París hasta Moscú y desde la Ciudad de México hasta Hong Kong. Su obra, además, abarca ilustraciones, publicaciones, colaboraciones de moda (Gucci, Zara, Nike o Levi’s) y una amplia variedad de trabajos por encargo.
En el número 14 de la revista Gràffica Dinero, Ricardo Cavolo nos cuenta las diferencias entre cobrar en España y en el extranjero, donde «en el 90% de los casos» considera que «está bien pagado» lo que hace. Además, desvela cómo se enfrenta a los royalties percibidos por los libros publicados o a la incertidumbre que pueden generar las ventas en las exposiciones. Se declara a favor de unas tarifas que regulen el sector y también nos explica cuáles son sus criterios de cobro.
«Soy artista: necesito poder expresar de alguna manera lo que realmente quiero contar. Muchas veces, cuando haces trabajos para clientes, no te dejas influir, pero obviamente no tienes ese margen para contar lo que tú realmente quieres. Para suplirlo, necesitas hacer otra cosa por cuenta propia: una exposición, un libro, un mural. Si, por ejemplo, haces un proyecto que te reporta 20 000€, sabes que tienes (más o menos) casi medio año para invertir en hacer una exposición e ir tirando, mientras tanto, de ese “colchón”. Hay que ir haciendo un balance […]
El punto de partida siempre es un briefing. A partir de ahí, sé que mi mánager suele exigir un pago inicial de un 30 o 50% de las cantidades finales. Hasta que eso no está sobre la mesa, no empezamos. En otras ocasiones funcionamos de otra forma. Curiosamente, la mayoría de veces trabajo mejor si sé que voy a recibir el total del dinero al final. Eso sí, cuanto más grande el cliente, más tardan en pagarte y en más complejo se convierte lo de cobrar.
Algo que sí me gusta fijar desde el principio, especialmente en temas de publicidad, son las condiciones de cambios o modificaciones. Por norma general, suelo marcar tres rondas a partir del primer boceto que mando. Si nos pasamos de esas tres primeras fases, el coste final del proyecto se encarece un tercio más, es decir, un 30%. Si hubiera otras tres rondas más, otro 30% más (y sucesivamente) […]
De momento, no he tenido crisis. Lo que sí he tenido son sustos con Hacienda. El primer año que facturé mucho en el extranjero, cuando me tocó pagar la declaración de la renta, me asusté: me tocaba abonar unos 18 000€. Ese año… ».
Puedes encontrar la entrevista íntegra a Ricardo Cavolo en el número 14 de la revista Gràffica Dinero. Si quieres la versión digital de la revista, la puedes conseguir en Android y iOs.
Actualizado 05/07/2019