¿Quién inventó la pantonera y por qué?

Actualmente no hay diseñador que no tenga una pantonera en su estudio. Esta herramienta es básica para imprimir correctamente los colores que queremos sin llevarnos sorpresas en los resultados finales. Independientemente si estamos en España o Suazilandia​; este sistema para la igualación de colores es el más utilizado internacionalmente. Esto que ahora resulta tan obvio, no siempre ha sido así.

La marca Pantone es hoy mundialmente conocida. Sin embargo, el nombre de Lawrence Herbert es prácticamente desconocido, aunque no debería serlo. Su aportación al mundo del diseño ha sido clave y de gran valor en la industria creativa. Gracias a él existe el sistema de cartas de color que se utiliza mundialmente, el Pantone Matching System. O dicho popularmente, las pantoneras.

Herbert se unió a Pantone en 1956 y compró la compañía en 1962. Tan solo un año después, en 1963, inventó el Pantone Matching System, marca patentada de renombre mundial.

Actualmente, Lawrence Herbert es el presidente y director ejecutivo de Pantone Inc., la compañía que marca los estándares de color y máxima autoridad a nivel mundial. Herbert ha sido la fuerza creativa detrás del desarrollo de una variedad de sistemas de color que se han convertido en los estándares para la comunicación global del color en las industrias más variadas: impresión, editorial, packaging, artes gráficas, pintura, plásticos, recubrimientos, ordenadores, películas, vídeos, textiles y moda.

Hoy todo estudio de diseño gráfico tiene su pantonera como una herramienta básica de trabajo, pero para llegar hasta ahí, han tenido que pasar décadas. 

El caso Kodak y cómo influyó en el invento de la pantonera

Para ver los antecedentes de las pantoneras nos remontamos a mediados de la década de los 50. En sus inicios, cuando Pantone comenzó en 1956, la compañía se dedicaba a imprimir unas guías de color para empresas de cosméticos. En total usaban 60 pigmentos diferentes que eran mezclados hasta dar con los colores que necesitaban. El problema era que los colores no estaban estandarizados; sin pantonera, para los impresores y el mundo de la industria en general, era una auténtica locura adivinar qué colores había que emparejar y en qué cantidad para lograr un mismo color.

El caso Kodak es el más famoso por el daño que esas diferencias de color causaron. Su packaging clásico de color amarillo/naranja lucía diferente dependiendo de la imprenta en la se hubiera impreso. En los años 50, cuando la fotografía a color estaba en todo su esplendor, este hecho provocó que los clientes optaran por no comprar rollos fotográficos de la marca que tuvieran un color un poco más oscuro, ya que pensaban que era falso o viejo. Kodak necesitaba poder usar un color estándar que ofreciera una imagen de marca global y unitaria mundialmente, con el fin de no seguir perdiendo ventas.

Kodak es solo un ejemplo, al que se sumaron otras grandes multinacionales como CocaCola. Con la demanda creciente de la industria por la estandarización en el uso de color para impresión, fue en 1962 cuando tras la llegada Lawrence Herbert, éste desarrolló Pantone Matching System.

A partir de ese momento, han surgido nuevas pantoneras que atienden a las necesidades según cada sector: diseño gráfico, moda, cosmética, interiorismo… De hecho, el universo de las cartas Pantone es tan amplio que, es fácil que llegado el momento, uno se pregunte: «¿Qué pantonera tengo que comprarme?»

Imagen de Shutterstock.

Gracias al trabajo de Lawrence Herbert, la marca Pantone es mundialmente conocida por los estándares universales de color y el lenguaje de color global proporcionado por sus publicaciones, software, hardware, pantoneras, y otros productos y servicios relacionados.

Hoy, Herbert supervisa su compañía multinacional desde una instalación de 80.000 metros cuadrados en Nueva Jersey con sucursales en los EEUU, Alemania, Hong Kong y China.

Herbert tiene una licenciatura de la Universidad de Hofstra, Long Island (Nueva York) y ha recibido un Doctorado Honorario en Letras Humanas de la universidad. En 1996, la Universidad de Hofstra inauguró la cátedra distinguida Lawrence Herbert y la Escuela de Comunicación lleva su nombre en su honor.

El mundo del color es sumamente complejo, para comprenderlo en su totalidad incluso existen guías para comprender la teoría del color. La aportación de Lawrence Herbert a este universo en el campo profesional fue notoria. El reconocimiento por sus inventos, mejoras y contribuciones técnicas a la industria de la impresión le otorgó el Premio ‘Hall of Fame’ en el Salón de la Fama de la Publicidad de Nueva Jersey y la Medalla de Oro del Britain Institute of Printing. En 1995, la Asociación de Artes Gráficas le otorgó a Herbert el prestigioso premio Power of Printing: «En reconocimiento a su influencia positiva, excelencia creativa, liderazgo excepcional y logros sobresalientes en toda la industria de las comunicaciones gráficas internacionales».

En 2001, Herbert recibió el premio Platinum Corporate Legend Award del Pratt Institute «por sus destacadas contribuciones al mundo del diseño, la moda, el arte y la arquitectura».

Pantone

Escuela de comunicación de Hofstra, en Long Island.
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