No, no sigas mirándolo. No es Mick Jagger el tipo que aparece en primer plano en pose chulesca y enfundado en un pantalón vaquero en el que destaca una portentosa cremallera a la altura de los genitales. El verdadero protagonista de la portada del álbum Sticky Fingers es Joe Dallesandro, un personaje completamente ajeno a los Stones, actor y modelo habitual de Andy Wharhol, la mente creativa que estuvo en la dirección de arte del álbum. Una pieza de verdadero ingenio y provocación.
La figura de Joe Dallesandro (o mejor dicho, su pelvis) ha quedado inmortalizada como una de las más populares y controvertidas de los Rolling Stones. A la creatividad de Warhol contribuyeron otros dos nombres, Billy Name, que se encargó de la fotografía, y Craig Braun, que hizo lo propio en la ejecución del diseño.
La portada de Sticky Fingers toma uno de los símbolos más utilizados desde los tiempos más antiguos del rock & roll: los genitales masculinos. En el trabajo de Warhol, todo lo que podemos ver es la foto de la entrepierna de un hombre, aunque cubierta por unos vaqueros. Hasta ahí nada nuevo. Pero al igual que en el Banana Album de The Velvet Underground y Nico, donde utilizó unos adhesivos que desvelaban la banana, Warhol quiso jugar con el comprador del álbum, sorprenderle y convertir el disco en una pieza de arte. ¡La cremallera era real! Y al tirar de ella hacia abajo el poseedor del disco descubría… pues unos simples calzoncillos.
Lástima que finalmente la cremallera tuviera que ser abandonada por los Rolling Stones debido al daño que ésta causaba en los envíos de vinilo en el lanzamiento del álbum. Normalmente, los pedidos de vinilo se apilaban y se enviaban, el peso de los álbumes hacía que la cremallera se hundiera en el vinilo.
Para la imagen definitiva de la portada, Warhol y el artista pop Billy Name fotografiaron un puñado de modelos masculinos, incluidos algunos de los amantes de Warhol en ese momento, aunque ninguno de los dos fotógrafos confirmó nunca quien fue realmente el elegido.
El trabajo se distribuyó por igual en todo el mundo. Bueno, excepto en la España de la dictadura de Franco, donde la portada original fue censurada —cómo no— y reemplazada con otra con tintes más gore, Can of fingers, en alusión al título traducido del álbum «dedos pegajosos».
En este caso, el diseño lo llevaron a cabo John Pasche, autor del logo de la banda, y Phil Jude. Además, el tema Sister Morphine fue reemplazado por una versión en vivo de Chuck Berry Let it Rock.
En el disco también hizo su aparición el logotipo de los Stones, la lengua y labios diseñados por Mick Jagger y el diseñador John Pashe. La inspiración para el diseño procedió de la diosa hinduista Kali. El crítico Sean Egan ha dicho del logo: «Sin usar el nombre de los Stones, instantáneamente los evoca, o al menos a Jagger, así como una cierta lascivia que es propia de los Stones… Rápidamente y merecidamente se convirtió en el más famoso logo en la historia de la música popular».
En el año 2003, el canal estadounidense VH1 eligió la portada original de Sticky Fingers como la primera de su lista de las cincuenta mejores portadas de la historia. Por su parte, la revista Rolling Stone también recoge este trabajo de Warhol entre las 10 mejores portadas de discos de la historia del rock.
Sticky Fingers es actualmente una auténtica rareza que se cotiza a precios desorbitados entre coleccionistas.