Muriel Cooper fue una destacada diseñadora gráfica del siglo XX. Además de ser una consagrada diseñadora de libros fue también investigadora y educadora. Trabajó para el Instituto Tecnológico de Massachusetts, MIT. Referente para artistas como John Maeda o Lisa Strausfeld, que trabajó para los ordenadores presentaran una versión más atractiva.
Michael Bierut y su equipo en Pentagram NY han creado una serie de animaciones dedicadas a la diseñadora Muriel Cooper con motivo del 50 aniversario de su paso por el MIT Press. La diseñadora es, tristemente, una de esas artistas que no tuvo tanta repercusión como se merecía, y este trabajo es algo muy positivo que ayuda a reconocer su gran trabajo.
Muriel Cooper diseñó uno de los logos más reconocidos e importantes del MIT Press. Éste estaba diseñado a partir de siete barras verticales a modo de ‘estantería de libros’ con las que se podían “leer” mitp.
Otro de los rasgos característicos del trabajo de Muriel Cooper fue su visión futurista y la intrusión de nuevas herramientas en un mundo muy acostumbrado a una rutina de trabajo. Cooper trabajó mucho la impresión, pero también dedicó a mejorar e introducir el diseño en la pantalla y medios digitales.
Tal y como explica Pentagram, Cooper «exploró nuevas formas, métodos y técnicas» para introducir el diseño gráfico dentro del contexto emergente del ordenador y medios digitales. Con esto, se convirtió en una de las referentes de la nueva generación de diseñadores que posteriormente darían forma a este nuevo mundo digital.
El homenaje realizado por Pentagram con Michael Bierut a la cabeza consistió en la reproducción de algunos de sus míticos diseños en animaciones, así como a aspectos diferentes de su trabajo.
Como presentación del homenaje, también se realizó un charla en el MIT, el cual estuvo dirigido por Michael Bierut, y donde también participaron reconocidos artistas como Ellen Lupton, Aron Vinegar y Ben Fry. Además, también se presentó una nueva monografía de David Reinfurt y Robert Wiesenberger, cuyo prólogo estaría escrito por una de las artistas que estudió con Cooper, Lisa Strausfeld.