La bodega chilena Clos de Luz deja en manos de Estudio Iuvaro el diseño de Azuda, su nueva línea de vinos con influencias japonesas. Decidimos hablar con ellos para conocer en mayor profundidad cómo fue este trabajo.
Según nos cuenta el equipo de Estudio Iuvaro, este ha acompañado a la pequeña bodega de Chile desde sus inicios, dándole forma a su identidad, que comenzó como Raíces de Almahue, pero que debido a unos inconvenientes en el registro, acabó convirtiéndose en Clos de Luz. Cecilia Iuvaro, Directora Creativa, nos cuenta que Azuda no es la única línea de vinos que el estudio ha diseñado para la bodega. Entre sus trabajos para dicha empresa, destacan los packagings de la línea de vinos entry level Paisajes de Los Andes, Paisajes Reserva y su vino de alta gama Raíces 1945, que en la actualidad se llama Massal 1945.
Esta nueva línea se llama Azuda en relación con el término hidráulico que hace referencia al artefacto en el que se extrae el agua del río y con la que se rocían los campos. En los años 30, estas ruedas se implantaron para solucionar los problemas de riego en la zona del Valle de Almahue, y permitieron –además– el desarrollo de la ‘vitivinicultura moderna’ de la zona. Hoy en día, han sido declaradas monumento histórico nacional.
«Estas ruedas de la Azuda se convirtieron en una verdadera inspiración para otorgarle identidad a estos vinos, ya que su significado es símbolo de ingenio frente a las limitaciones humanas», comenta Cecilia Iuvaro.
El mayor desafío era plasmar el efecto de la máquina sin necesidad de mostrar la máquina en sí misma, es decir, poder mostrar este movimiento del agua de manera imponente y con mucha personalidad. Y parece ser, que de una forma muy artística, Estudio Iuvaro ha conseguido transmitir lo que quería. La inspiración en la palabra japonesa Ensō constituyó la solución ideal para acercarse de forma minimalista y abstracta a lo que se proponía, pero sin desatender el refinamiento y el buen gusto que buscaban desde el principio.
Ensō, en la caligrafía japonesa, simboliza iluminación, fuerza, universo y vacío. A pesar de que algunos artistas dibujan este círculo completo, Cecilia Iuvaro afirma que ellos querían seguir el camino de la imperfección y dejar el círculo incompleto para mostrar que formamos parte de algo más grande con defectos y fallas.
«La imperfección es un aspecto esencial e inherente de la existencia como la teoría de la Simetría Rota o el Wabi-Sabi» añade la directora creativa.
Respecto a los acabados utilizados en el diseño, Iuvaro destaca el relieve seco, el barniz volumétrico brillante, el stamping y la impresión sobre el stamping.
El diseño final de Azuda surgió como resultado de las propuestas del round 1 que llevó a cabo Estudio Iuvaro. Estas 3 eran los packagings que se presentaron, y fue la segunda opción la que quedó como diseño final. El estudio siempre encara los proyectos tratando de estudiar en profundidad los objetivos que derivan de las necesidades comunicacionales. En este caso, la creatividad se concentraba en el estudio de la Azuda como concepto planteado por el propietario de la bodega, por eso, esta opción fue la apuesta segura para cumplir los requisitos y objetivos que se había planteado.
«Nuestra filosofía es la filosofía del trabajo: trabajar, trabajar, trabajar, obsesionarnos por los detalles, sentir la satisfacción de que hemos hecho hasta lo imposible porque las cosas salgan como las imaginamos, disfrutando del ambiente de trabajo y no perdiendo de vista que somos una empresa que brindamos servicios, por lo tanto debemos ser eficientes además de creativos, tratando de anticiparnos a las necesidades de nuestros clientes», afirma Iuvaro.
El estudio asegura que la cultura de diseño en Argentina, en lo que respecta al sector de packaging, se encuentra a un nivel que no tiene nada que envidiar al resto de los países del mundo que se dedican a la producción de vinos y spirits labels. A pesar de que cuentan con limitaciones tecnológicas, estas se convierten en la razón que estimula la creatividad de los diseñadores a un nivel experimental. Esto los empuja a trabajar con soportes y técnicas tradicionales de manera no tradicional para sacarles el máximo provecho y encontrar nuevos resultados.
