A partir del 26 de enero de 2018, el Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris rinde homenaje en una gran retrospectiva a Jean Fautrier (1898-1964). Con una obra rara vez exhibida, esta figura solitaria del arte del siglo XX está considerado en la actualidad como el precursor más significativo del arte informal en 1928. Fue el inventor del ’empaste grueso’ en 1940 y una de las figuras que más ha contribuido a la revitalización del arte moderno después del Cubismo.
Bajo el título Jean Fautrier, materia y luz, la exposición es una réplica de la retrospectiva que el Kunstmuseum Winterthur (Suiza) le dedicó al artista el verano pasado, con la adición de obras del MAM de París, otros museos franceses y colecciones privadas.
Jean Fautrier está íntimamente conectado con la historia de la colección del Musée d’Art moderne de la Ville de Paris y su programación. En 1964, el museo presentó su primera retrospectiva, organizada en estrecha colaboración con el artista después de una importante donación de su obra. En 1989, una segunda retrospectiva arrojó nueva luz sobre una obra rica, variada y notablemente distintiva.
Después de una brecha de casi treinta años, esta nueva exposición comprende unas 200 obras, cerca de 160 pinturas, dibujos y grabados, y un importante grupo de esculturas de numerosas colecciones públicas y privadas provenientes de todo el mundo. Jean Fautrier, materia y luz incluye prácticamente toda la donación del artista al museo, además de obsequios y adquisiciones posteriores. Con más de 60 obras, el Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris tiene actualmente la colección Fautrier más grande de cualquier museo.
La carrera de Jean Fautrier comenzó en 1920. Su pintura, figurativa en ese momento, estaba compuesta por naturalezas muertas, paisajes y desnudos en estilos que iban desde un realismo áspero y alucinatorio hasta formas casi abstractas y oscuras. Después de un breve período de reconocimiento, la crisis económica del 29 frenó su carrera artística. Se vio obligado a abandonar París a principios de la década los 30, vivió en los Alpes durante varios años, trabajando como instructor de esquí y gerente de un hotel con su propio salón de baile.
Al regresar a París en 1940, conoció y renovó su amistad con escritores como André Malraux, Francis Ponge, Paul Éluard, Georges Bataille y, más importante, Jean Paulhan, quien se convertiría en su defensor más ferviente. Durante los años de la segunda Guerra Mundial desarrolló un nuevo enfoque de la imagen en el que la pintura misma adquiría un papel cada vez más importante en la representación de objetos, paisajes y cuerpos.
En sus famosas series –Otages (Rehenes, 1943-1945), Objetos (Objetos, 1955), Nus (Desnudos, 1956) y Partisanos (Partidarios, 1957)– los efectos de textura se convirtieron en el tema principal. Usando una pintura a base de pegamento para mezclas de pigmentos con tintas transparentes y opacas, Fautrier componía piezas a base de empastos y texturas que reflejaban cierta ansiedad.
En 1960 el artista parisino fue ampliamente aclamado en la Bienal de Venecia, donde compartió el Gran Premio de Pintura con Hans Hartung. Jean Fautrier murió durante el verano de 1964, justo después de su primera retrospectiva en el Musée d’Art moderne de la Ville de Paris.
Qué: Exposición Jean Fautrier materia y luz Dónde: Musée d'Art Moderne de la Ville Paris – 11 avenue du Président Wilson 75116 Paris Cuándo: Del 26 de enero al 20 de mayo de 2018 → mam.paris.fr