Nada más presentarse, el nuevo rebranding de Correos ya estaba en boca de todos. Y no es de extrañar si se tiene en cuenta que se trata de una de las mayores empresas públicas de España que, además, enarbola uno de los logos más icónicos de la historia del diseño español. Pero la polémica no ha surgido tanto por rediseñar la cornamusa de Pepe Cruz Novillo sino por lo que ha costado este trabajo de rebranding llevado a cabo por Summa.
La noticia ha traspasado la frontera del mundo del diseño. Tal y como contaba eldiario.es, el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Toni Roldán, ha dicho en Twitter que «el exjefe de gabinete de Sánchez puesto a dedo en la empresa pública más grande de España, se acaba de gastar 250.000 euros en cambiar… el diseño del logo de Correos». Además, el candidato a la Comunidad de Madrid de la formación de Albert Rivera, Ignacio Aguado, ha defendido también en Twitter que «primero colocaron al jefe de gabinete de Sánchez como presidente de Correos, sin tener ni idea del negocio y a razón de 200.000 euros al año. Ahora se gastan cientos de miles de euros en cambiar el logo para dejarlo igual».
La cantidad empleada para realizar el rediseño preocupa y mucho entre los no profesionales del diseño al ver que en lo que respecta exclusivamente al icono de Correos no haya cambios notables. Hasta aquí —y estando acostumbrados al desconocimiento general por parte de la sociedad sobre procesos y costes de trabajo en diseño— el asunto podría verse hasta normal.
Pero lo más sorprendente es ver que también haya impresionado y perturbado a profesionales del diseño: «¡Qué barbaridad! ¿250.000 euros en el rediseño del logo de Correos?». Si se analiza bien la situación, en realidad no ha salido tan caro.
Empezando por la licitación. Esta estaba presupuestada por 250.000 € aunque finalmente se adjudicó a Summa por 139.626 €.
El concurso se lanzó en 2016, pero no se empezó a trabajar con la propuesta ganadora hasta mediados del 2017 (acabando el proyecto en 2019), según nos explica Pablo Amade, director creativo de Summa. Por lo que han sido necesario al menos unos dos años de trabajo para realizar este rebranding.
Por supuesto, es muy ingenuo pensar que el trabajo solo ha consistido en el rediseño de la cornamusa de Correos. Ha sido necesario revisar el diseño de muchas y diversas aplicaciones que van desde los mismos sobres y paquetes, hasta los vehículos, pasando por oficinas y los carritos de los carteros. Ha sido un proyecto global que se extiende a todo tipo de soportes, tanto corporativos como comerciales y de comunicación. Pablo Amade nos trasladaba la inmensidad del trabajo que esto suponía:
«Simplificamos todos sus elementos para que fuese optimizable. Más allá de eso, lo que necesitaba Correos era un lenguaje visual, ya que tenia tantísimos servicios y productos que era imposible mantener un orden y una coherencia».
Además, también se creó una línea de dirección de arte específica con un lenguaje propio adecuado para el nuevo rebranding, así como una tipografía propia que trabajaron junto a Monotype, una fundición que no es especialmente económica.
Solo el ahorro de royalties tipográficos que supone el uso de una tipografía propia a lo largo del tiempo supondrá cientos de miles de euros
Incluso desde Summa se creó un sistema visual para la comunicación interna de la compañía. «Correos tiene más de 50.000 trabajadores entre personal de oficina, carteros, personal de apoyo, gestión, etc. Por eso, como parte del proyecto consideramos dotar a la marca con una trama que ayudara a dar vida y dinamismo a las piezas dirigidas al público interno, así como a eventos corporativos y merchandising».
Viendo la cantidad de trabajo y horas dedicadas a este que hay trás el ‘nuevo rediseño del logo’ no resulta tan extraño que su coste haya sido de 139.626 €. Es muy probable que, si se hubiera tratado de una empresa privada, la cifra hubiera sido mucho mayor y a nadie le hubiera extrañado. De hecho en un mercado libre esa cantidad es muy baja.
Casi tres años de trabajo, con un equipo competente, que no solo debe analizar el estado de la empresa, sino realizar nuevas estrategías, crear nuevos lenguajes y adaptarlos a los miles de soportes que tiene la empresa parece un precio muy bajo para obtener una gran rentabilidad. Una simple división en meses da cifras más que modestas.
La cantidad casi infinita de soportes que hay que normalizar supone un esfuerzo realmente importante. Para hacernos una idea Correos cuenta con más de 8.700 puntos de acceso y 1.700 unidades de reparto. Solo en parque móvil consta de 60 camiones, 3.530 furgonetas y furgones. Unas 9.000 motocicletas de combustión, 15 coches eléctricos, 100 motocicletas eléctricas y 80 bicicletas de pedaleo asistido, orientadas al servicio de reparto urbano. Correos ha declarado que los hará bajo estrictos criterios de obsolescencia y actualización habitual. Es decir, que solo se cambiarán aquellos soportes deteriorados y todos los puntos nuevos que habitualmente general lo que no supondrá un incremento en el presupuesto habitual que tiene la entidad.
Cualquier profesional, con un mínimo de profesionalidad y bagaje, que conozca las dimensiones de un trabajo tan amplio en branding y tan duradero en el tiempo sabrá que un precio de 139.626 € no es ni de lejos un precio alto. Es de ser muy ingenuo pensar que un trabajo así se soluciona con una sola persona por unos pocos miles de euros. Lo que piensa el público en general, eso ya es otro tema.
Actualizado 19/06/2019