Max. Panóptica 1973-2011 exhibe más de 200 obras (un centenar de ellas, originales) que Francesc Capdevilla, Max, ha creado desde 1973 hasta la actualidad: dibujos, bocetos, libros, fotografías, carátulas de discos y otros objetos diversos, documentación y correspondencia.
Sobre la amplia retrospectiva que ahora le dedica el Instituto Cervantes, Max ha sentenciado que «esta exposición no me va a jubilar», y que en ella puede seguirse el hilo conductor que ha guiado toda su obra: una «panóptica» o visión total de 40 años de trabajo con muy distintas etapas y facetas.
Las piezas se organizan en cuatro bloques temáticos que coinciden con los años 70, 80, 90 y 2000. Por ellas desfilan sus personajes más conocidos, como el superrealista Bardín, el idealista Gustavo o el clásico Peter Pank, el más célebre y emblemático, cuyas historias acaban de reeditarse en un solo tomo (La Cúpula, 2011). Pero su universo es mucho más amplio y se sostiene en obras ya consideradas clásicas como Mujeres fatales, La muerte húmeda o El prolongado sueño del señor T.
PETER PANK
En las historias de Peter, Max crea el país de Punkilandia, un lugar en la que vive un curioso personaje que recuerda al famoso protagonista del cuento de Walt Disney. Con estas viñetas, el dibujante critica a las tribus urbanas que proliferan en los primeros años de la década de los 80.Peter Pank fue creado para la revista El Víbora y que protagonizó tres álbumes: Peter Pank (1984), El Licantropunk (1987) y Pankdinista! (1990), todos ellos publicados por Ediciones La Cúpula.
La muestra recorre cuatro décadas que comenzaron en la Barcelona underground y libertaria de los años 70, cuando Max tenía 17 años; continuaron con su paso por la célebre revista El Víbora, siguieron en los años 90 con la revista Nosotros somos los muertos (NSLM) y concluyen en la actualidad con un artista consolidado como la gran referencia de la ilustración, el diseño y la historieta.
Además, en una pantalla se pueden contemplar sus videoclips para los grupos Radio Futura (1992) y Los Planetas (2004), el Homenaje a Luis Buñuel (1999) o el concierto dibujado con Pascal Comelade (2010). Porque para Max, la música siempre ha sido una gran compañera a la hora de articular su obra.
Max formó parte del equipo artístico de la revista El Víbora y de NSLM y hoy día es uno de los pocos historietistas españoles de los setenta que continúa en activo. Su creatividad como dibujante y narrador de historias le valieron el Premio Nacional de Cómic en 2007 y el Premio Nacional de Ilustración Infantil y Juvenil en 1997.
Ha publicado sus trabajos en periódicos como The New York Times o en semanarios como The New Yorker. Hoy continúa publicando una viñeta semanal en el suplemento Babelia de El País.
Una ocasión única para acercarse a la obra de este dibujante, uno de los que más ha contribuido a la modernización del lenguaje del cómic y a situar el trabajo de los dibujantes del país en el panorama internacional del arte.
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Actualizado 23/02/2012