El diseño de las cajetillas de Camel se ha mantenido constante desde su nacimiento en 1913 hasta prácticamente 2008, cuando la compañía actualizó su línea de packaging y la fórmula de su mezcla de tabaco. En el momento en que llegaron al mercado a principios del siglo XXI, los cigarrillos rubios aportaron una pequeña revolución en la comercialización del tabaco gracias al peculiar diseño de sus cajetillas y a unas innovadoras campañas publicitarias. Aquí un recorrido por la imagen de la marca y algunas curiosidades que posiblemente desconozcas.
1. Primera marca de cigarrillos envasados. En 1913 R.J. Reynolds presentó el primer cigarrillo pre-empaquetado para su venta en EEUU y lo llamó Camel. El precio inicial del producto eran 10 céntimos por un paquete de 20 cigarrillos sin filtro. Se trataba de una cajetilla flexible que ponía un punto y aparte en la venta a granel del tabaco.
Hasta el momento, la mayoría de los consumidores de tabaco preferían enrollar sus propios cigarrillos, y fueron muchos quienes pensaron que no existía un mercado nacional para los cigarrillos pre-envasados. Obviamente, se equivocaron. En un año Reynolds había vendido 425 millones de paquetes de Camel y se convirtió en el primer cigarrillo nacionalmente popular en los Estados Unidos.
2. Naming atípico para la cultura estadounidense. ¿Por qué este nombre y no otro más relacionado con la cultura estadounidense? El cigarrillo estaba compuesto de una mezcla de tabaco turco y nacional, procedente de las plantaciones de Virginia, si bien el enfoque de marketing que se dio, con un fin claramente diferenciador, hacía énfasis en el exotismo oriental de la componente turca.
3. El camello, un elemento icónico de su diseño. Si hay un elemento emblemático en las cajetillas de Camel ese el camello. Durante más de cien años, cuando uno menciona la marca, inmediatamente surge en su mente la imagen del exótico dromedario caminando estoicamente por el desierto con un oasis y pirámides en el fondo.
Estos elementos provienen del uso del tabaco turco por parte de Camel, por lo que de alguna manera eso se tradujo en un camello y en pirámides egipcias. Desconocemos qué enciclopedia consultarían por aquella época en la R.J. Reynolds, el caso es que el patinazo histórico-cultural es notable, si bien se ha mantenido a lo largo de los años. Por otro lado, el camello, no lo es tal, sino un dromedario de una sola joroba.
4. Una marca pionera en las denominadas campañas teaser. Antes de su comercialización en la calle y para generar expectación entre el público, R.J. Reynolds apostó por diseñar una cuidadosa campaña publicitaria. Generó diferentes anuncios con el lema «¡Los camellos están llegando!» y donde se veía la figura de un camello de fondo. Esta campaña teaser se difundió notablemente entre los periódicos locales de Carolina del Norte. Ante el misterio del mensaje, hubo quienes mostraron sus burlas. Sin embargo, en breve, todo cobro sentido.
5. Campaña integrada con un evento de relaciones públicas. Por aquellos tiempos era célebre un camello de circo, popularmente conocido por el nombre de Old Joe. Este fue llevado de gira por distintas ciudades donde los representantes de Camel repartían cigarrillos gratuitamente. Este mini tour de la marca generó un torbellino de conversaciones en torno a los cigarrillos Camel. La compañía dependía en cierta medida de la conversación generada entre los vecinos para vender su producto y no estaban decepcionados con los resultados.
6. Joe Camel, la mascota estrella de los cigarrillos. Según cuenta la leyenda, cuando Old Joe llegó a la ciudad con el circo Barnum y Bailey, R.J. Reynolds envió a un empleado para obtener una foto del dromedario para una campaña publicitaria. A raíz de su éxito, Old Joe fue usado como modelo para el camello que aparece en el paquete de la marca. Posteriormente, fue Fred Otto Kleesattel, un diseñador gráfico muy solicitado de Louisville, Kentucky, quien recibió el encargo de diseñar la marca original. Durante décadas, el eslogan de la marca para su promoción fue «¡Caminaría una milla por un Camel!»
7. Mensaje subliminal. Fred Otto Kleesattel, popular diseñador de origen belga conocido como Fritz, fue contratado a través de su empresa en Lousiana, Klee Ad Art, para diseñar el embalaje de la nueva línea de cigarrillos Camel. Klee Ad Art también fue una parte integral en el diseño de diseños para Four Roses Distillery y Heaven Hill Distilleries, entre otras muchas otras marcas reconocidas en los Estados Unidos.
Durante la Primera Guerra Mundial, Kleesattel trabajó como artista de camuflaje, ocultando edificios, vehículos y otros objetivos potenciales para hacer que se mezclaran con su entorno. Existen mitos urbanos sobre supuestas imágenes subliminales escondidas dentro de la obra de arte del camello. Se dice que a Fritz no le caía bien el encargado de marketing de Camel, así que introdujo en el diseño un dibujo como un Manneken Pis, la estatua más famosa de Bruselas, que se supone que se encuentra dentro de la pierna izquierda delantera del camello. Hay quienes también aprecian la imagen de un babuino u otro tipo de mono en la parte posterior del dromedario. Se considera poco probable que estas imágenes se dibujaran a propósito y que más bien son producto del sombreado del dibujo.