En un mundo en el que cada día del año está marcado por alguna celebración, no podía faltar un día dedicado a los emojis. Desde 2004 y por iniciativa de Jeremy Burge, creador de la Emojipedia, el 17 de julio es el Día Mundial del Emoji.
¿Por qué el 17 de julio? Fue esta la fecha escogida porque es la que aparece en el icono del calendario de los dispositivos iOS. Aunque no se sabe con total seguridad, hay quien afirma que se eligió esa fecha para el emoji porque fue cuando se presentó la aplicación iCal en la conferencia Macworld.
Los emojis surgieron en los años 90 gracias al programador japonés Shigetaka Kurita, aunque por aquel entonces poco tenían que ver con los de ahora: eran bastante primitivos, con una dimensión de 12×12 píxeles y de colores planos.
A día de hoy es prácticamente imposible tener una conversación por redes sociales o por alguna aplicación de mensajería instantánea sin sentir la necesidad de utilizarlos. Esto es así por diversos motivos: cualquier emoji permite transmitir una idea o sentimiento de un modo inmediato y efectivo, aporta información extra o complementaria que ayuda al receptor a comprender mejor el mensaje y, además, es una herramienta que provoca simpatía.
Pero los emojis no sirven únicamente para expresar un estado de ánimo o una idea. Muchos creadores también los han empleado para desarrollar iniciativas que dan visibilidad a un colectivo en concreto o a problemas determinados que afectan a toda la sociedad. Desarrollar campañas inclusivas y concienciar a la población son, por tanto, objetivos que los emojis son capaces de alcanzar.
Uno de estos proyectos vino de la mano de una gran empresa. Apple propuso en una presentación al Consorcio Unicode una serie de nuevos emojis para que las personas con algún tipo de discapacidad pudiesen tener representación. Entre ellos había audífonos, perros guía, personas en sillas de ruedas y prótesis. La propuesta contenía 13 emojis diferentes, en total 45 teniendo en cuenta las opciones para diferentes tonos de piel. Según informó Apple, este set era tan solo un punto de partida, por lo que puede que haya más colecciones de emoticonos que representen a las personas con discapacidad en el futuro.
También hay propuestas que surgen gracias a creadores con inquietudes y preocupaciones. Un grupo de artistas, entre los que se encontraban Marina Zurkow y Viniyata Pany, crearon Climoji, un sistema de stickers sobre el cambio climático. Sus autores quisieron aprovechar la importancia del lenguaje propio de internet para concienciar sobre el problema ambiental más grave de este siglo, ya que, por desgracia, no todo el mundo conoce realmente cuáles son sus implicaciones.
El estado de los animales en peligro de extinción también ha sido una causa a la que los emojis se han sumado. Con motivo de la celebración del Día de las Especies Amenazadas, WWF y W+K London desarrollaron la campaña #EndangeredEmoji. Dirigida a Twitter, su objetivo era utilizar los emoticonos de cada uno de los 17 animales que están en peligro de extinción y a cambio, por cada tuit en el que se usó una de estas imágenes, WWF añadió 10 céntimos de euro a una donación voluntaria mensual. Finalizado el mes, el usuario recibía un resumen de su actividad y escogía la cantidad que deseaba donar a sus proyectos ambientales.
Las posibilidades de los emojis son infinitas. ¿Alguien diría que pueden convertirse en una herramienta de dibujo? La francesa Mercedes Moreteau ha demostrado que sí. La artista ha visto en estos símbolos una forma de expresión artística y ha creado originales retratos de conocidos personajes. «Algunos retratos llevan más de diez mil emojis e implican como mínimo 150 horas de trabajo, porque no solo hay que elegir el color de cada emoticono, sino también el criterio editorial de acuerdo a cada personaje. Por ejemplo, en la boca de Donald Trump hay dos mezquitas, que lo que hacen es taparle la boca», explica Moreteau.
Tras conocer tal uso que se le puede dar a los emoticonos, quizás haya a quien le surja otra pregunta: ¿Los emojis pueden considerarse arte? Para el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) la respuesta es afirmativa. El MoMA decidió recuperar los primeros iconos que surgieron en los 90 con Shigetaka Kurita para exhibirlos en una colección permanente de sus instalaciones.
Lo que está claro es que los emojis tienen un gran potencial y poco a poco a su uso original se han ido añadiendo otros que contribuyen tanto a innovar en el arte como a apoyar causas justas que merecen ser reivindicadas.
¡Feliz Día Mundial del Emoji!