Cooperativas, educación y encuentros de diseño. Te presentamos algunos casos orientados a aspectos sociales, económicos y culturales de origen latinoamericano para tomar nota.
La posverdad se mide codo a codo con pruebas de misiles a mar abierto, atentados, muros y realismo capitalista entre otras psicopolíticas mundiales que escapan a todo cálculo y predicción. En nuestro país (Argentina), días recesivos en distintos sectores de la economía, con los consiguientes despidos, cierre de medios y urgencias del diseño que obligan a hacer surf sobre una ola de incertidumbre. En tal panorama surgen proyectos de corte urbano y cooperativos que devuelven la esperanza y el sentido común a la disciplina frente al descontento y las inclemencias que ofrece la realidad social en esta parte del planeta. Causas con proyección y valor agregado.
El flamante encuentro mensual El Diseño como Trabajo Colectivo se define como un detrás de escena que expone los beneficios del trabajo en equipo y los diferentes roles en un grupo. De la etapa creativa a la acción, del modo en que lo imaginaría Pierre Bourdieu, donde también emergen los egos, el lugar que le corresponde a la autoría y el espacio compartido.
Según el diseñador y mentor del encuentro Fabián Muggeri «son muchos los diseñadores que ven en el trabajo en equipo una posibilidad y resulta vital que equipos con experiencia compartan su parecer. Actualmente el tema económico es fundamental para poner una estructura en funcionamiento y me parecía importante dar las herramientas para los que quieren hacerlo y que conozcan las posibilidades que existen. Por otro lado, reunir fuerzas con fotógrafos, diseñadores industriales, audiovisuales, etc. y ofrecer ese equipo a los clientes que necesitan soluciones a su búsqueda».
Allí se presentó Club de Amigos Costa Rica y Cooperativa de Diseño, siete mujeres que eligen la alternativa laboral autogestionada, horizontal y popular. «Sin duda, Cooperativa de Diseño son de lo más interesante que está pasando en este formato», –señala Muggeri– «proyectan su trabajo a través de una propuesta social muy interesante, acompañando distintas manifestaciones sociales. Una especie de Grapus argentino, ‘diseñando’ reclamos sociales. Ellas están organizadas como cooperativa y todas las decisiones pasan bajo esa órbita. Su propuesta y su forma de ahondar el diseño tiene calidad gráfica y una búsqueda muy consciente de los lugares en donde puede colaborar con lo que mejor saben hacer que es diseñar. Lejos de la ‘frivolidad’ o la ‘sobre intelectualización’ del diseño ellas logran llegar a resultados muy interesantes. Trabajan con fábricas recuperadas y a su vez logran el equilibrio y respeto por la relación diseñador–cliente estableciendo un ida y vuelta y poniendo las necesidades del diseño en lugares que no sean, a priori visualizados como tal».
Por su parte, desde 2012, el diseñador Coco Cerrella lleva adelante en el Centro Universitario de la Cárcel de Devoto, un taller donde enseña a diseñar afiches a los internos. «Entro todas las semanas a la cárcel de Devoto a enseñar diseño gráfico» –dice Cerella acerca del proyecto– «el primer taller estuvo dedicado a la formación en el oficio gráfico para que los detenidos tengan una salida laboral y una alternativa de vida distinta a la que los llevó a delinquir. En menos de dos años conformaron la Cooperativa Esquina Libertad, que ofrece servicios gráficos, imprenta y encuadernación, dándoles la posibilidad de un futuro digno. La educación en cárceles baja drásticamente los índices de reincidencia. Por eso la Universidad de Buenos Aires tiene presencia en la cárcel desde hace más de treinta años».
Según el diseñador, en su «época de estudiante en FADU, escuché muchas veces la rimbombante frase ‘el diseño como agente de cambio social’, pero lo cierto es que tanto los programas académicos como la mayoría de las cátedras lejos estuvieron de tomarse ese plan en serio y a fondo. Mientas otras facultades (Administración, Derecho, Filosofía, Letras, Psicología, Sociología) trabajan fuertemente en cárceles desde los 80, la FADU aún hoy sigue mirando hacia otro lado. Me asaltaron varias veces, dos de ellas fueron muy violentas. No se lo deseo a nadie. Creo fervientemente que el único camino posible es involucrarse con el cuerpo, trabajar y educar para que cada persona crezca con dignidad e igualdad de oportunidades». Para Coco Cerrella el resto son frases al viento.
En el mismo plano de compromiso por el diseño de afiches, el Festival del Cartel BICeBé Bolivia ofrece una selección sensible bajo la autoridad de categorías como cartel político, cartel social y cultural y el nuevo issue Basura Electrónica. Aunque nunca entenderemos el dispositivo afiche sin un gramo de tipografía, títulos y/o lectura –que convierte a un pictograma en afiche, y que tiene muchos adeptos– el plan maestro de Bicebé ofrece lo mejor del mapa actual del diseño, con participaciones de Lech Majewski, Alain Le Quernec, Michal Batory et al, quienes bajan a la región y participan de la fiesta del afiche que propone Bicebé. Nombres insulares que educan nuestra mirada por algunos días con el localizador puesto al sur de América Latina.
La importancia de Bicebé resulta insoslayable frente a la presión ejercida por las alfombras rojas del mainstream que llegan día a día a nuestra casilla de correos como Print, Graphis y Communication Arts con nula presencia del colectivo sudamericano.
Por su parte, si el dispositivo afiche queda en un grito para la cámara de eco del diseñador global, todo hace pensar que Diseño y Ética, que organiza el Papanek Symposium 2017 indagará precisamente en las cuestiones de diseño y ética que adoptan una nueva moneda, frente al escenario social. El afiche seleccionado en Bicebé de Jorge Gamboa llega al punctum a través de una reflexión universal que habla y define la analogía de los proyectos Diseño como Trabajo Colectivo, Devoto y Cooperativa de Diseño. Haciendo justicia, –a pesar de las advertencias previas– no necesita tipografías, por su fuerza simbólica y lo sublime de su realización.
Actualizado 08/06/2017