El arco románico articula la nueva identidad de Romans-sur-Isère

Romans-sur-Isère es un pueblo que se sitúa en la orilla derecha del río Isère, cerca de la ciudad de Valence (Drôme). Con sus vecinos de la ciudad de Bourg-de-Péage, situada al otro lado del río, abarcan una población de 50.000 habitantes. En diciembre pasado, la agencia de diseño francesa Graphéine fue llamada para participar en concurso público para diseñar la nueva identidad de la villa Romans-sur-Isère. Un trabajo que brilla por la sencillez y elegancia, utilizando el arco de medio punto como elemento visual que articula la identidad visual.

La ciudad puede presumir de su origen medieval. Fue fundada en el año 838 y desde entonces, los edificios y construcciones de Romans-sur-Isère han mantenido el patrón del arco románico o arco de medio punto como elemento característico. Ya sea en el frontón de la Colegiata de Saint-Bernard, en las fachadas de los barrios viejos o en el claustro del Convento de la Visitación, que actualmente alberga el Museo Internacional del Calzado.

De esta forma, aunque han pasado los años, hoy en día, el arte románico hace referencia a aspectos como la sencillez y la autenticidad que encajan perfectamente con la identidad de la ciudad.

El puente sobre el río Isère es un lugar simbólico. Es un lugar de paso y de intercambio. Simbólicamente, es un vínculo que une a los habitantes de Romans-sur-Isère con los demás, una promesa de viajes y reuniones. «Más prosaicamente, es una especie de Champ-Élysées de la ciudad, un camino histórico donde los eventos y festivales se desarrollan durante todo el año. También ofrece una vista perfecta de la catedral de Saint-Bernard», explican desde el estudio Graphéine.


En la identidad de Romans-sur-Isère destaca cómo la palabra se convierte en un puente. El diseño de la palabra ‘Romans’ se refiere a la geografía de la ciudad. La ‘m’ representa el puente situado sobre el río Isère.

El inicio de una ‘pierna extra’ en la letra ‘m’, aporta un poco de originalidad a la tipografía. Y ésta se convierte en un signo, mientras que la palabra se convierte en un logotipo. Esta ‘m’ es la que vida al logotipo, proporciona el tempo e impulsa la imagen de la ciudad.

La imagen traslada unos valores humanísticos. «Este logotipo es de alguna manera ‘un puente que se mueve hacia adelante’», afirman sus creadores. «Se demuestra que Newton estaba equivocado cuando dijo: ‘Los seres humanos construyen demasiados muros y no suficientes puentes’».

Constantemente en movimiento, el color cambia. «Es vibrante, brillante, alegre, exuberante, emocionante, previsor, provocativo, brillante y siempre elegante», dicen. «Hemos propuesto tres colores principales corporativos y un rango secundario para todas las otras temáticas».

→ www.grapheine.com

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