¿Adiós al clic? Google enciende su ‘Modo IA’ y cambia para siempre la forma de buscar (y de hablar con las máquinas)

Durante más de dos décadas, escribir algo en Google fue casi un acto reflejo. Un verbo, una duda, una urgencia. “Googlear” se convirtió en sinónimo de saber. Pero desde este miércoles, el buscador que definió Internet ha decidido reinventarse a sí mismo. Llega a España el “Modo IA”, la mayor transformación de su historia, según anunció oficialmente Google el 8 de octubre de 2025. Con ella comienza una nueva era: la de las respuestas generadas por inteligencia artificial. Hasta ahora, Google era una brújula que apuntaba hacia los rincones de la web; ahora quiere ser directamente el mapa. Cuando el usuario activa el Modo IA (un nuevo botón junto a las pestañas de “Imágenes” o “Noticias”), el buscador muestra una síntesis generada por Gemini, su modelo de lenguaje, que combina texto, imágenes y comparaciones. Los enlaces siguen existiendo, aunque en un segundo plano, más discretos, como si la jerarquía de la información se hubiese reordenado. La promesa es sencilla: poder preguntar cualquier cosa y obtener una respuesta directa. Pero detrás de esa comodidad se esconde algo más profundo: un cambio en la forma en que se distribuye el conocimiento en Internet. Durante años, medios, tiendas y blogs lucharon por ganar visibilidad en la primera página; hoy, el primer resultado ya no es un enlace, sino un texto interpretado por una máquina. https://www.youtube.com/watch?vsxUBThVQLjU El fin de la economía del clic El impacto se mide en cifras. Según un informe de iPullRank basado en datos de Similarweb, apenas el 4,5 % de las búsquedas en Modo IA terminan en un clic hacia otras webs, frente al 24 % de la búsqueda tradicional. Y el Pew Research Center ha documentado descensos similares con las versiones previas del buscador. En conjunto, los datos apuntan a un fenómeno claro: Google sigue siendo la puerta de entrada a Internet, pero cada vez deja salir a menos gente. Más que un índice, el buscador se comporta como un intermediario que decide qué parte de la red se muestra y en qué términos. La consecuencia es un nuevo reparto del poder informativo: si el algoritmo resume, cita y presenta, ¿qué papel queda para quienes crean el contenido? El viejo modelo del SEO, basado en optimizar para gustar a Google, entra en crisis. En el nuevo escenario, ya no se compite por aparecer, sino por ser comprendido. Internet, dicen algunos analistas, empieza a parecerse a un museo visitado por inteligencias artificiales que toman notas para devolvérselas, procesadas, a los humanos. De buscar a conversar El cambio no solo es técnico, también es mental. Google ya no quiere que busques, sino que hables con él. Gemini analiza cada consulta, la divide en subtemas, lanza búsquedas simultáneas y compone una respuesta más razonada. La experiencia recuerda más a ChatGPT o Perplexity que al buscador clásico: el diálogo sustituye a la lista, y el usuario se siente invitado a seguir preguntando. La generación que durante años escribió palabras clave en una caja blanca ha empezado a hablarle a Google como a una persona. Ya no basta con teclear “mejor móvil calidad precio”; ahora se formula “¿qué smartphone con buena cámara y batería merece la pena por menos de 600 euros?”. Google entiende el matiz. El reto, tal vez, es que también empieza a decidir cuáles de esos matices merecen ser entendidos. La segunda revolución: Gemini toma la casa La transformación de Google no se queda en la pantalla del buscador. Con Gemini for Home, la inteligencia artificial da el salto definitivo al espacio físico, convirtiendo el hogar en un entorno sensible, proactivo y conversacional. Después de años de órdenes y comandos, la relación con la tecnología doméstica se vuelve casi natural: el asistente ya no solo ejecuta tareas, sino que entiende, anticipa y recuerda. El clásico “Hey Google” se transforma en un gesto opcional. Gracias a Gemini Live, la conversación fluye sin interrupciones: el sistema mantiene el contexto de lo que se habla, responde con voz, texto o imagen, y adapta sus respuestas a la situación del momento. Puedes enseñarle una foto para identificar un objeto, pedirle que atenúe la luz según la hora o que te recuerde algo que mencionaste días atrás, sin necesidad de repetir comandos. Esta nueva generación de hogar inteligente se apoya en una IA multimodal y contextual, capaz de conectar datos, rutinas y percepciones para construir una experiencia más humana. Gemini no solo obedece: colabora. Aprende los patrones del usuario, ajusta el ambiente antes de que lo pidas y convierte cada interacción en una oportunidad de personalización. El rediseño de la app y su llegada al navegador completan este ecosistema: todo el control de la casa, ahora también desde la web, con una lógica más visual y conversacional. Pero el cambio real es invisible: la inteligencia se integra en el fondo de la vida cotidiana, sin pantallas ni órdenes explícitas. Gemini for Home no pretende ser un asistente, sino una presencia: una capa cognitiva que conecta los objetos, las rutinas y las emociones que habitan una casa verdaderamente inteligente. La nueva carrera por estar en todas partes Todas las inteligencias artificiales compiten por lo mismo: ser la interfaz invisible de nuestra vida digital. ChatGPT demostró que una conversación podía reemplazar una búsqueda; Perplexity, Claude y Copilot siguieron el impulso. Ahora Google mueve ficha con Gemini, una apuesta que no busca deslumbrar, sino estar presente: en el móvil, en el buscador, en el altavoz, en casa. Mientras otros construyen plataformas, Google construye un ecosistema. Su estrategia no consiste en ofrecer una IA más brillante, sino en hacer que esté ahí, de fondo, ayudando sin que lo notemos. La pregunta, a partir de ahora, no es quién tiene la mejor IA, sino con cuál terminaremos hablando cada día sin darnos cuenta.

¿Adiós al clic? Google enciende su ‘Modo IA’ y cambia para siempre la forma de buscar (y de hablar con las máquinas)

+ Artículos

La nueva red social se llama Spotify (y Amazon no quiere quedarse fuera)

Qué tipo de influencer eres y a qué precio

¿De quién es la creatividad cuando la crea una IA?

¿Debería hacer falta un título para hablar en redes sociales? China exigirá credenciales a quienes hablen de ciertos temas sensibles

¿Y si las redes sociales ya hubieran muerto y nadie se hubiera dado cuenta?

Cuando crecer ya no significa conectar: la madurez de las redes sociales

El concurso especulativo de la marca turística de Jaén exige diseño y manual completos en 20 días, por 3.000 euros y obliga al jurado a mantener en secreto sus deliberaciones

La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo impulsa un concurso que pide a los diseñadores trabajar gratis mientras apela a la “resistencia cultural” de Miguel Prieto

Lorenzo García Micó, Premio Canarias de Diseño 2025

España se dispara en el ranking europeo: segundo país más premiado en los ADCE Awards con seis Oros y doce Bronces

Una Hora Menos rediseña la identidad de la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas con motivo de su centenario

¡Hola de nuevo!

¡Crea una nueva cuenta!

Recupera tu contraseña