10 cosas que quizá estén frenando tu creatividad

A cualquier profesional que trabaje dentro de la industria de la creatividad puede pasarle. Bloquearse es parte del trabajo del creativo y, seguramente, ocurre más frecuentemente de lo que a uno le gustaría. Lo importante en esas ocasiones es identificar qué es aquello que está impidiendo que la creatividad fluya e intentar ponerle remedio. Como no siempre es fácil identificar el problema, presentamos los diez casos más comunes por los que el creativo suele bloquearse. Quizás localices cuál es el origen de tu bloqueo creativo…

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Si a pesar de tus procesos de trabajo habituales no eres capaz de reconducir tu creatividad, ni aun aplicando las diversas técnicas para desarrollar la creatividad, es que te encuentras en un momento de bloqueo de manual. Para encontrar cómo desbloquear tu creatividad, échale un vistazo a estas 10 cosas que quizá estén frenando tu creatividad.

1. Te encuentras en un círculo vicioso de inspiración

Esto puede ocurrirle a aquel creativo –de cualquier disciplina– que en la fase de inspiración no para de buscar y encontrar referencias muy similares. Como consecuencia de estar mirando siempre en la misma dirección, es fácil que se obtengan resultados muy comunes y aburridos. Es ahí cuando el creativo se ve frenado por el bloqueo creativo. Para romperlo, es recomendable cambiar de dirección de inmediato y buscar la inspiración en referencias completamente distintas a las referencias con las que se ha estado en contacto.

2. Tus gustos se interponen en tu búsqueda de inspiración

Este problema podría estar íntimamente relacionado con el anterior. En ocasiones, el creativo, sin darse cuenta de ello, antepone sus gustos personales a los criterios de búsqueda según los intereses del proyecto. Además, el poco interés que puede mostrar el creativo por lo desconocido o por lo que no entiende también cierra puertas al proceso de búsqueda inspiracional, limitándose a distinguir solo las referencias que ya conoce y entrando así en un peligroso bloqueo creativo. Para evitarlo, la exploración de nuevos caminos y la apertura de mente a lo desconocido puede ser la clave.

3. Posees una excesiva rigidez lógica

Tener una metodología y un sistema de trabajo es fundamental dentro de un proceso de creación, pero si el creativo se aísla de lo espontáneo, del juego, de la improvisación, etc. es muy probable que este se vea acarreando en un gran bloqueo creativo. Dejar la mente más libre y dispuesta a admitir cualquier pensamiento, por descabellado que sea, puede llevar a caminos muy interesantes donde dar forma a nuevas ideas a las que, con una excesiva rigidez lógica, nunca se habría llegado.

4. Estás forzando un resultado concreto

Hay creativos que al iniciar un proceso de creación ya tienen una idea, un concepto, un resultado, etc. preestablecido, por lo que el camino que sigan desde el principio hasta el final va a estar siempre condicionado por esa idea inicial. Los resultados no suelen llegar a los objetivos que se buscaban y, además, no se sabe qué es lo que ha fallado. El creativo no siempre es consciente de que está forzando un resultado hasta que se topa con el tan temido bloqueo creativo. El exceso de certeza, soberbia o dejadez puede ser uno de los detonantes. Enfrentarse a un problema creativo sin prejuicios, cuestionándoselo todo y buscando las respuestas oportunas puede ser un buen paso para iniciar un proceso creativo libre de ideas preconcebidas.

5. Persigues una tendencia que tiene fecha de caducidad

Las tendencias que están a la orden del día suelen ser muy atractivas como referencias para el desarrollos de nuevos proyectos, ya que consiguen la fascinación del público debido a su novedad. Pero hay que tener mucho cuidado con ellas. La pega que suele haber es que con la misma rapidez con la que han subido en popularidad, suelen caducar dando paso a la siguiente tendencia y dejando a su paso trabajos prácticamente iguales entre sí. Es por ello que cualquier proyecto al que se le apliquen las características trendy van a verse desfasadas más tarde o temprano, o incluso antes de finalizar el proyecto. Si es así, este deja de tener una personalidad única y original –lo opuesto a lo que se buscaba–, originado un bloqueo en el creativo que puede no saber cómo continuar. Para no llegar a este punto es necesario tener un pensamiento crítico y analizar lo que verdaderamente necesita el proyecto, sin dejarse llevar por lo trendy simplemente porque está de moda.

6. Estás rodeado de diseño mediocre

Tanto si el diseño mediocre se encuentra alrededor del creativo o compone su día a día en aquello que hace o que observa, este puede entrar en una rutina deprimente que afecte a su estado de ánimo que acabe contagiando a su capacidad creativa. De este modo, es fácil entrar en un callejón que tenga como salida un bloqueo creativo. Buscar aire fresco (un emplazamiento diferente, escuchar música nueva, leer libros distintos, entrar en contacto con proyectos estimulantes, etc.) es necesario si uno se encuentra en esta situación.

7. Tienes las baterías bajas

Es habitual que los creativos que hagan de la creación su modo de vida sacrifiquen horas de su tiempo libre, incluso horas de sueño, por aquel proyecto en el que se encuentran inmersos. El estímulo que supone enfrentarse a un reto creativo y desarrollarlo parece convertirlos en superhéroes capaces de mantenerse en pie a pesar de todo. Pero lo cierto es que, si el cuerpo y la mente no disponen del descanso suficiente, el creativo puede toparse con un bloqueo creativo. «¿Por qué, a pesar de las horas que le dedico, no puedo llegar a la solución que busco?». Precisamente es el cansancio el que origina el problema. Lo que se necesita es cargar pilas, ya sea con una distracción lúdica o simplemente durmiendo. Después del respiro, es más probable que las ideas aparezcan con más facilidad. Al descansar se está más alerta de todo lo que ocurre alrededor siendo así más perceptivo.

8. Te encuentras con baja autoestima

Así como el exceso de soberbia puede hacer que pases por alto cuestiones importantes que lleven a ideas geniales, la falta de autoestima y seguridad dentro de un proceso de creación puede acarrear un serio bloqueo creativo que no permita que desarrolles el proyecto del modo más eficaz. Si el creativo no es capaz de asumir riesgos y enfrentarse a ellos con todas las consecuencias, nunca va a llegar a resultados que verdaderamente valgan la pena. El temor al fracaso es un gran hándicap que debe ser superado precisamente asumiendo riesgos y aprendiendo a gestionar todas sus implicaciones. Entre ellas puede estar la clave para lograr el trabajo perfecto.

9. No pones suficientes puertas al campo

Si el creativo sigue el consejo de no poner puertas al campo cuando se está en busca de ideas, su flujo de trabajo puede sufrir un grave parón creativo ante una sobredosis de infinitas posibilidades. El hecho de no acotar el problema y no tener bien identificadas las premisas puede hacer que el creativo se pierda y no focalice el verdadero problema a solucionar. Para no caer en ello, es necesario un análisis exhaustivo del problema desde todas sus vertientes; será una buena guía que evite el extravío.

10. Eres demasiado perfeccionista

Este problema, ligado a la falta de autoestima puede ser letal para la creatividad del profesional. Si el creativo no se permite el lujo de cometer errores, nunca va a poder aprender y avanzar en su camino. Solo se encontrará con un gran bloqueo. Con demasiadas exigencias a uno mismo es difícil iniciar un proceso de aprendizaje y experimentación que pude no llevar a ningún lado o puede que sea el comienzo de algo extraordinario. De los errores es quizá de lo que más se aprende. Así lo explica Milton Glaser en esta gran lección en formato vídeo: Milton Glaser reflexiona sobre el miedo al fracaso

 

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