El Internet de las Cosas (IoT) es el futuro. Llegará el día que la mayoría de nuestros electrodomésticos estarán conectados y así, nuestra vida será más sencilla. Y, para alcanzar el reto de la conectividad entre los objetos de un hogar o una oficina, se ha creado la organización global Zigbee Alliance cuyo objetivo es crear y desarrollar un estándar internacional de conectividad que facilite en este proceso.
Uno de los logros de esta asociación es el llamado protocolo Zigbee que ayuda a generar pequeñas redes por las que se comunican los objetos. Pero su última iniciativa, dotdot, es tal vez la más interesante ya que implica un lenguaje universal y abierto que permite a objetos de diferentes fabricantes reconocerse sin problemas. De alguna manera, los electrodomésticos que presenten el símbolo de dotdot, serán aquellos que se conecten con extraordinaria facilidad. Wolff Olins se ha encargado de dotar de identidad a esta iniciativa.
Recursos de código abierto para un proyecto de código abierto
Ya que Zigbee y dotdot son iniciativas comunitarias de libre acceso para los fabricantes, Wolff Olins se ha inspirado en la democratización de los recursos para desarrollar su identidad visual. Por este motivo, se han aliado con Google que ha aportado las tipografías gratuitas Montserrat y Hind. Y, otro detalle muy interesante de su trabajo es que el símbolo de dotdot se ha creado con código de programación lo que permite que se pueda generar escribiendo (dos puntos y dos guiones) e incluso añadir en conversaciones de SMS y WhatsApp.
Según explica Forest Young, Jefe de Diseño de la oficina de Wolff Olins en San Francisco, «la accesibilidad y la usabilidad de esta marca identifica el nuevo lenguaje del Internet de las Cosas porque la verdadera ambición de dotdot, es ser un código abierto para todos». De este planteamiento surge una identidad muy sencilla con un logotipo en minúsculas de formas amables y un símbolo que simula un emoticono de expresión simpática.
Teniendo en cuenta que el símbolo de dotdot nace con el espíritu de convertirse en un icono reconocible como lo son los símbolos de USB y Bluetooth, esta simplicidad es buena y con el tiempo, ganará reconocimiento.
Inspiración en el código Morse
El conjunto del universo visual que desarrolla Wolff Olins se inspira en el código Morse, el sistema que representa todas las letras y todos los números con puntos y guiones. Tanto la idea del código abierto de dotdot como el alfabeto Morse comparten el afán de mejorar y facilitar las comunicaciones –entre cosas en el primer caso y entre personas en el segundo–, así que es una fuente de inspiración lógica aunque también es visualmente poco llamativa, probablemente por la ausencia de color o por la frialdad de las formas geométricas sin más.
A partir de los puntos y de los guiones, se generan varios patterns que decoran bastantes de las aplicaciones que nos han llegado y, gracias a estas texturas, la identidad de dotdot se enriquece. Aún así, sorprende el hecho de que todo gire entorno a unos recursos tan sencillos, la ausencia de imágenes o la ausencia de colores siquiera secundarios.
Entendemos el espíritu de dotdot y que su objetivo va más allá de lo comercial. Por eso, es fácil defender su sencillez, además de que no todas las marcas necesitan una personalidad arrolladora o un protagonismo elevado. Algunas, como en este caso, nacen para facilitar el progreso desde un plano secundario y el diseño debe adaptarse a este fin.
Actualizado 18/01/2017