«Una mancha no es un error, es una huella digital única e irrepetible», María José Mesías

Bajo el alias de Pepa Ilustradora, María José Mesías combina en sus exploraciones personales una serie de técnicas artesanales, texturas transparentes y tintas solubles al agua en conexión con la naturaleza. Notas editoriales, libros para chicos y productos textiles que enfocan en las emociones y en la honestidad profesional del ilustrador frente a la sociedad.

María José Mesías

¿Cómo fue tu formación de ilustradora en Ecuador y en Buenos Aires? ¿Dónde ejerces actualmente?

Mi formación comienza en el Instituto Metropolitano de Diseño de Ecuador, donde realicé mis estudios en diseño gráfico. Posteriormente, trabajé un par de años en una agencia de publicidad. Durante ese tiempo, fui consolidando un deseo de explorar formalmente y a profundidad la rama de la ilustración; así que, en 2012 decidí ir a Buenos Aires. Allí encontré un gran número de talleres y cursos de especialización en diferentes aspectos, que fueron alimentando todo mi conocimiento y técnica profesional, tanto en el ámbito de diseño gráfico como en ilustración.

Estudié en Sótano Blanco, una escuela en San Telmo especializada en ilustración. También estudié en Espacio Virgen, una escuela de diseño y comunicación visual. En estos lugares, tuve la oportunidad de conocer a grandes maestros, como Mariano Diaz, Paula Erre, Esteban Ibarra, Javier Bernardo, por nombrar unos pocos. Además de aprender, desde las bases, varias técnicas y conceptos que aportaban a mi conocimiento no solo al momento de ilustrar, sino también a la conceptualización, manejo de herramientas y exploración personal. Cada clase y cada tutor fue un gran aporte a mi desarrollo profesional, que ampliaron mi visión y entendimiento de la comunicación visual.

Actualmente vivo en Quito, Ecuador. Mi taller tiene una ventana muy grande y desde ahí tengo una vista hermosa hacia las montañas de los Andes.

La conexión con la naturaleza es muy importante para mí; también es muy importante en mi taller la música; considero vital la estimulación visual y sonora en mi momento de creación.

Trabajo realizando ilustración editorial, incluyendo ilustración de literatura infantil y juvenil. Además, tengo un emprendimiento de ilustración textil. Otro aspecto muy importante de mi trabajo actual está estrechamente vinculado a colectivos sociales, a lo cual dedico gran parte de mi tiempo.

¿Puedes contarnos detalles acerca de tu técnica de acuarelas, tintas al agua y transparencias?

Inevitablemente, en el camino de desarrollo profesional, cada uno va encontrando medios, técnicas y materiales con los cuales uno conecta mucho más. En mi caso, las tintas solubles en agua son, en esta etapa de mi vida, con las que siento una mayor conexión. Mi trabajo con las acuarelas y las tintas al agua nace de la experimentación con la mancha. Siempre digo que una mancha no es un error; es una huella digital única e irrepetible. Utilizo el recurso natural de una mancha, con su espontaneidad y honestidad.

He explorado y experimentado muchísimo con acuarelas y con tintas, esto me ha servido para entender la forma en que las tintas se comportan y, con esto, encontrar armonía y textura. Utilizo diferentes papeles y pinceles, convencionales o no convencionales, con los cuales puedo explorar diferentes formas. Mi trabajo se basa mucho en un proceso experimental, intentando enfocarme en la emoción que se pueda transmitir.

Con respecto a las tintas, me he empeñado en la búsqueda del claro-oscuro, en encontrar los varios matices que un solo tono puede dar cuando es diluido con diferentes cantidades de agua. Encuentro mucha fuerza en la tinta. Por esta razón, la mayoría de veces, al utilizar tinta, utilizo una paleta en la que pueda explotar los matices de un solo color.

Es muy parecida mi manera de abordar las acuarelas. La cromática es muy importante. Me gusta utilizar colores complementarios. Parto de la creación de la paleta, dependiendo de la pieza en la que voy a trabajar. Nuevamente, utilizo fuerza y personalidad en la pincelada. Siento que la intención da riqueza a la construcción de texturas. Las acuarelas llegan a compactarse y unirse.

Me gustan las transiciones de la acuarela húmeda al combinarse, la transparencia en diferentes niveles que puede lograrse con la cantidad correcta de agua.

La mezcla de acuarelas con tinta, de hecho, me agrada mucho para lograr profundidad y sombras bien marcadas. Creo que, en este momento, eso es parte de mi firma.

En ese proceso, ¿dónde aparece la digitalización?

Es un proceso diferente para cada proyecto. Cada trabajo tiene diferentes tiempos, diferentes características y diferentes mensajes. Esta diferenciación conceptual significa que hay trabajos que decido pintar en digital y hay otros que realizo totalmente de manera análoga. Por ejemplo, la mayoría de mis ilustraciones para artículos suelen ser ilustraciones que pinto de manera digital sobre un boceto en tinta. En otras ocasiones, generalmente para ilustración de libros, la digitalización viene después, cuando escaneo la ilustración para corregir mínimamente contrastes y otros pequeños detalles.  Las decisiones de en qué momento utilizo la digitalización se dan siempre en función del proyecto y tiempo de entrega.

Trabajas mucho en texturas y tramas ilustradas para textiles. ¿Cómo es el vínculo con los materiales, en este caso las telas, y sus limitaciones de impresión?

Visualizar una ilustración textil es muy diferente a visualizar una ilustración editorial. Cuando trabajo en ilustración textil, es necesario pensar en la forma, la dimensión, la utilidad que se le dará a la tela. Es importante aprender cómo cada tipo de tela se comporta y sus características particulares. Todos estos factores forman un vínculo para tomar una decisión más acertada en la construcción de la ilustración que será plasmada en textil. En otras palabras, la ilustración puede ser un elemento que adorne y complemente el diseño del producto textil, o un pattern creado de tal manera que interactúe con las características de la tela utilizada.

Con respecto a la impresión, ha tomado bastante prueba y error el llegar a determinar de mejor manera qué fibras pueden ser estampadas. Hay varios factores a considerar, como las dimensiones del producto, el tamaño de las planchas de sublimación, la técnica de estampado, variaciones de texturas y colores según el tejido, etc. Esto hace que el trabajo de ilustración textil sea un trabajo bastante artesanal e increíblemente satisfactorio. Con cada nuevo producto puedo descubrir nuevas y mejores maneras de realizar este trabajo.

Acerca de tu actualidad laboral, ¿crees que hay desigualdad de oportunidades en la disciplina entre hombres y mujeres? ¿Cómo crees que se desarrolla tu sector?

Honestamente, no me he encontrado en una situación en la que haya sentido desventaja o desigualdad por ser mujer. Pienso que, tal vez en su totalidad, la gente que te busca, lo hace por tu estilo. Afortunadamente, creo que el sector en el que me encuentro, por su naturaleza, va ligado con el hecho de que cada ilustrador es valorado por su trabajo, independientemente de su género. Me gustaría que fuera así en todos los sectores laborales.

¿Cuáles son tus influencias en ilustradoras editoriales de la actualidad?

Admiro mucho el trabajo de Yuko Shimizu, es una ilustradora japonesa que reside en Nueva York. El nivel de detalle que emplea es muy elaborado. Me encanta su trabajo en blanco y negro. En el ámbito de la literatura, admiro lo que hace Isol. Su trazo es muy sensible y lleno de texturas. También admiro el trabajo de Yael Frankel. El dinamismo con el que ella trabaja es muy inspirador, la sencillez de sus trazos evoca muchos sentimientos.

Otra de mis influencias es Paloma Valdivia. Me impacta el nivel de conceptualización y la semiótica de sus imágenes. También Paula Bonet, y su maravilloso trabajo análogo y emotivo. Admiro también las ilustraciones de Charlotte Gastaut y la constante exploración que demuestra en sus proyectos.

Por último, ¿cuál es tu opinión acerca del auge de la ilustración en la comunicación visual?

Pienso que la ilustración ha tenido un gran protagonismo en la comunicación visual desde hace mucho tiempo. Es capaz de llegar a la emoción humana, trascender idiomas y épocas. Somos una cultural muy visual. Un ilustrador tiene el deber de comunicar de manera honesta la realidad de la condición humana.

El fenómeno de las redes sociales nos ha ayudado a visibilizar a muchos ilustradores talentosos. Esto ha traído consigo una cantidad antes inimaginable de información y de acceso al trabajo realizado alrededor del mundo. Al mismo tiempo, esto ha aportado a que cada uno pueda encontrar su propia voz y estilo.

Creo que la gente está abierta a admirar y disfrutar trazos diferentes y arriesgados.

Se puede ver en el mundo editorial y en la publicidad un abanico amplio de estilos y recursos diferentes. Esto es muy favorable porque es una herramienta muy poderosa para comunicar temas de relevancia social, temas más complejos o de difícil acceso.

pepailustradora.com

 

 

 

 

 

 

 

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