Cuando llega el calor no hay nada como una cerveza, con sus burbujitas, su espumita… Mmmm, sólo pensarlo provoca que algo en nuestro cerebro se active de inmediato y empecemos a salivar. Una experiencia que sólo será perfecta siempre que la cerveza esté fría de verdad y en su punto óptimo para consumir.
Pero, ¿cómo saber cuál es ese punto perfecto de frescor cervecero que identifica que la bebida no está caliente?
El estudio sueco Pernicals Bedow ha diseñado en colaboración con la marca de cerveza danesa Mikkeller una etiqueta sensible a la temperatura. Cuando la etiqueta se calienta el copo de nieve se convierte en un sol. Un sistema ingenioso y simple [tanto como los gallos souvenirs de Portugal]. El packaging combina la sencillez de un diseño minimalista al más puro estilo nórdico y al mismo tiempo te permite identificar si la cerveza está fría o caliente.
Este diseño es el primero de una serie inspirada en las cuatro estaciones. Se trata de una edición limitada a 3.500 botellas que sólo se comercializa en Copenhague.
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+info: bedow.se
Actualizado 24/08/2012