¿Tú también, Bruto, hijo mío?

Javier Asín presenta una realidad muy común a lo largo del territorio nacional, el intrusismo profesional y la falta de respeto por el colectivo de profesionales del diseño gráfico en estos tiempos de totum revolotum. Una realidad que en Santander se ha escenificado con una propuesta gratuita y desinteresada del Colegio de Diseñadores de Interior y Decoradores de Cantabría al Ayuntamiento.

Sábado, 25 de enero de 2014, medio amodorrado después de comer, me llega un whatsapp de mi socio Emmanuel, con un recorte del Diario Montañés del mismo día (lo podéis ver abajo). Comienzo a leerlo con los ojos aún nublados por el letargo, sopor que cinco o seis líneas después abandona mi cerebro cual virtud en Telecinco.

Parece ser que el CODIDCAN (Colegio de Diseñadores de Interior y Decoradores de Cantabria) y/o alguno de sus miembros ha «diseñado» diversas propuestas de imagen gráfica para el mercado comercial al aire libre que se va a celebrar periódicamente en la Plaza Porticada (las podéis ver aquí). Dicho trabajo, realizado por iniciativa propia, ha sido ofrecido al Ayuntamiento de Santander de forma «desinteresada» y gratuita como, según Mara Pardo (presidenta del Colegio Profesional), «…una gran oportunidad para hacer un mercado de nivel…».

Señora Pardo, señores miembros de CODIDCAN, junta directiva y responsables de dichas propuestas, sabemos que la crisis aprieta y el trabajo escasea en todos los sectores, incluido el suyo y por supuesto el nuestro; sabemos que de buenas intenciones, y las suyas creemos que lo son, está el mundo lleno; y desde luego somos conscientes del esfuerzo realizado, pero desde aquí y con toda la educación de la que puedo hacer acopio les pido que:

· Jamás abandonen sus programas de CAD, sus metros Stanley y sus catálogos de telas, maderas de suelo y mobiliario para dedicarse a algo para lo que no están formados. Esas propuestas son el equivalente a lo que haría un niño de cinco años si le ofreciesen un par de botes de pintura y un martillo neumático para redecorar el Comedor de Infantes del Palacio de la Magdalena: un completo desastre.

· Nunca ignoren que son profesionales, circunstancia íntimamente relacionada con la acción de cobrar por el trabajo realizado, por lo que tengan la decencia y la inteligencia de no regalar su esfuerzo en un trabajo que no les corresponde y para algo cuya única naturaleza es la mercantil.

· No olviden para qué tienen la cabeza encima de los hombros y piensen antes de actuar. Y si aún así dudan, nunca obvien esa gran fuente de sabiduría que es el refranero español, con frases tan grandes como: «zapatero a tus zapatos» o «a boda ni bautizado, no vayas sin ser llamado».

· Traten de no faltar al respeto a un colectivo como el de los profesionales de la gráfica y la comunicación, ya bastante ninguneado, por cierto, en nuestra región. Vender dichas propuestas gráficas como «diseño de nivel» no ayuda a que la sociedad confíe en que el diseño (tanto el gráfico como el de interiores) es fuente de riqueza (tanto cultural como económica), y sólo vea el diseño como un lujo superfluo o un juego de corta, pega y colorea.

· Nunca dejen de ser serios, responsables y consecuentes; el intrusismo profesional es una lacra económica a exterminar, y si ustedes se quejan de ello en su profesión, y seguro que luchan activamente contra él a través de su Colegio Profesional, hagan el favor de predicar con el ejemplo y no se metan donde el kerning y/o el CMYK les pueden dejar fácilmente en el más completo ridículo.

· Y por último, les pido por favor que no presionen más al Ayuntamiento de Santander, institución que bastante tiene con soportar día a día, acción tras acción, su horrorosa, errática y desafortunada estrategia de comunicación gráfica, pero eso es otra historia que daría para muchas páginas. Señores del Consistorio: «¿para cuándo un plan de comunicación gráfica serio, responsable y acorde con las necesidades de los ciudadanos? No saben cuánto lo agradecerían sus arcas y nuestros cerebros».

El equipo de Creando.
Creando, estudio de diseño en Santander formado por Emmanuel Gimeno y Javier Asín.

 

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