Lanzar al aire una pregunta como ¿a qué suenan los colores?, parece un poco raro. Si a esta cuestión añadimos otras dudas como ¿es posible pintar el sonido de un rostro? ¿Es posible sentir los colores? ¿Cuál puede ser el acorde de un azul turquesa?… no es que nos hayamos vuelto locos. Descartada toda conexión con Coixet, encontrarás la explicación en este vídeo sobre Neil Harbisson.
Neil Harbisson vive en una continua dicotomía. Es mitad inglés y mitad catalán, mitad músico y mitad artista plástico, y también ve el mundo a medias, en blanco y en negro debido a la acromatopsia. Esta enfermedad es la que le ha llevado a ser mitad hombre y mitad máquina. Es decir, un ‘cyborg’. Harbisson posee un ojo electrónico que le permite ver los colores de todo aquello que le rodea. Su ‘eyeborg’ funciona como un tercer ojo. Éste tiene un sensor que transforma las ondas de luz en frecuencias sonoras y que él interpreta como una escala de colores.
Para Neil cada nota es un color. Fa, es el rojo; sol, el color amarillo; la, suena como un verde; mi, un lila; do, un azul turquesa… Así hasta 360 colores que son los que puede distinguir.
Tecnología aplicada que a Neil Harbisson le ha permitido expandir sus sentidos y percibir, entender y experimentar con el color. Ahora Neil pasa los colores a música y la música a colores. De ahí ha desarrollado las acciones sonocromáticas, un show en el que el público puede disfrutar -y alucinar- en vivo, las potencialidades de su ‘eyeborg’ para la creación plástica y musical. Y también su último proyecto de pintura sónica, que ha reunido en la exposición ‘Sinfonía de colores’ que estos días se puede ver en la galería Espai Tramart (passeig de Colom, 6 BCN).
Nosotros nos quedamos con la siguiente pregunta que Neil hace. ¿Hasta qué punto el color no nos distrae a la hora de ver la belleza del mundo?
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Actualizado 27/05/2010