Siete recientes tipografías que demuestran que las ‘Serif’ pueden ser sofisticadas, rompedoras y sorprendentes.

Si hay algo seguro en esta vida de incertidumbres es la capacidad, sobradamente demostrada durante siglos, de las tipografías serif para adaptarse a cualquier época y entorno. Podemos decir, por tanto, que las serif están más allá del tiempo. Por eso, una vez más, como ya hemos hecho en anteriores ocasiones, vamos a repasar las más recientes novedades de un estilo que sigue seduciendo a los diseñadores tipográficos, por su elegancia, distinción y ambigüedad. Porque a pesar de la presunta sobriedad de su espíritu, las serif pueden resultar también rompedoras y desafiantes, y muy modernas. Family Fonts, de Klim Type El legendario diseñador estadounidense Morris Fuller Benton, en colaboración con su padre, Linn Boyd Benton, diseñó, a principios del siglo XX, Clearface una serif que vio la luz durante la época del gran auge de la publicidad gráfica. El gran mérito de los Benton con esta interpretación de las serifas clásicas fue su capacidad de actualizar un modelo tradicional para que se adaptara a las exigencias estéticas y técnicas de un nuevo mercado. En esta misma senda se sitúa Family, una reinterpretación con la maestría y profundidad habituales del impar Kris Sowersby del modelo Clearface, de curvas relajadas y elegantes, perfectamente actualizado y adaptado al entorno digital. Martina Plantijn, de Klim Type De nuevo una fuente del maestro neozelandés Kris Sowersby basada en modelos clásicos, a los que disecciona minuciosamente —como queda patente en los pormenorizados textos que suelen acompañar a sus lanzamientos— para traerlos a nuestro presente digital en las mejores condiciones técnicas y estéticas. En este caso se trata de una revisión de la Plantin que Frank Hinman Pierpont diseñó a principios del siglo XX para Monotype a partir de la Groz Cicero de Robert Granjon, de 1569, perteneciente a la colecciones del siglo XVI del Museo Plantin-Moretus de Amberes. Martina Plantijn, que lleva el nombre de la hija del editor e impresor flamenco Christophe Plantin (1520-1589), «indomable mujer de negocios del siglo XVII, directora de la imprenta más grande del mundo», es mejor que la Plantin, afirma el propio Sowersby, más equilibrada y más versátil. Kalice, de Margot Lévêque Kalice se asienta sobre la base de la Elzévir Anglais que la francesa Fonderie Turlot realizó a finales del siglo XIX a partir del trabajo tipográfico de los Elzevir, linaje de impresores y editores neerlandeses que estuvieron activos desde finales del siglo XVI hasta los primeros años del XVIII. Kalice vio la luz en 2018, pero ahora en 2023 ha sido sometida a una exhaustiva actualización que incluye pesos adicionales y una elegante versión cursiva. Kalice es pues una serif altamente contemporánea, perfectamente adaptada al entorno digital, sofisticada, hedonista y cosmopolita. Aeroplan Font, de TypeTogether Diseñada por Nina Faulhaber para TypeTogether, que además de diseñadora tipográfica también es escultora especializada en madera, Aeroplan surge del descubrimiento de una tipografía personalizada para un libro sobre aviación de principios del siglo XX. A raíz de este hallazgo, Faulhager toma la decisión de realizar una versión actual para su debut tipográfico al apreciar en ella una cierta cualidad material, casi escultórica, tratando de aunar así sus dos grandes pasiones. Su sólida estructura y sus equilibrados contrastes la hacen idónea para la lectura de textos largos. Pero es en la versión cursiva donde presenta su mayor singularidad, pues gracias a su singular dibujo crea manchas textuales estéticamente muy estimulantes y de enorme dinamismo, y, además, perfectamente idóneas para la lectura. Loretta Display, de Nova Type Foundry Joana Correia y Abel Martins acaban de presentar Loretta Display, una versión para tamaños más grandes de Loretta. Se trata, en ambos casos, de sofisticadas serifs con un elegante espíritu editorial, en las que también se trasluce una impronta caligráfica que le confiere movimiento y fluidez. Tanto Loretta como Loretta Display son idóneas tanto para publicaciones impresas como para pantalla, ya que su contraste es muy suave y su construcción es amplia, por lo que su legibilidad es óptima en todos los pesos. Konrad, de Novelle Noire Una vez más, un tesoro tipográfico con siglos de antigüedad es la base para la construcción de una serif con un sabor netamente contemporáneo. En este caso, se trata nada menos que de uno de los primeros libros impresos con tipo de letra romano, allá por 1465, por Konrad Sweynheym y Arnold Pannartz. La diseñadora Suiza Martina Meier, al descubrir estas fuentes protorromanas, se sintió «enganchada por el poder visual de este género» y comenzó a trabajar en 2015 en una interpretación contemporánea que, tras años de investigación y arduo trabajo de diseño, ahora ve la luz bajo el nombre de Konrad. Se trata de una expresiva serif, que no oculta su genealogía de siglos y que incluso deja traslucir cierto sabor a plomo y tinta fresca. Carole Serif, de Matz Gasser y Lisa Schultz En las raíces de las serif todavía palpita la caligrafía, la impronta manual que insufla dinamismo y vibración a las letras. Esta es la idea que ha impulsado el diseño de Carole, una serif de hechuras clásicas y sólida construcción, que ha sido concebida para textos largos, puede funcionar perfectamente en tamaños medios, titulares y construcción de marcas. Al igual que sucede con todas las demás serif que hemos reseñado en este artículo. Porque cualquiera de ellas, en manos de diseñadores audaces, puede lucir sorprendente y disruptiva.

Siete recientes tipografías que demuestran que las ‘Serif’ pueden ser sofisticadas, rompedoras y sorprendentes.

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