Pocas marcas en el mundo tienen una imagen tan poderosa como la NASA. Su logo ha trascendido fronteras, culturas e incluso generaciones. Desde camisetas y gorras hasta series, películas y tatuajes, el emblema de la agencia espacial se ha convertido en un verdadero icono pop. Pero, ¿quién diseñó el logo de la NASA? ¿Por qué existen dos versiones tan distintas y cuál es su verdadero significado?
El origen del logo de la NASA: la famosa “albóndiga”
La historia del logo de la NASA arranca en 1959, un año después de la creación oficial de la agencia, que nació a partir de la antigua NACA (National Advisory Committee for Aeronautics). En ese momento, la necesidad de definir una identidad visual llevó a encargar un primer diseño a un ilustrador del Centro de Investigación Lewis.
Sin embargo, aquel primer emblema duró poco. La NASA buscaba un logo más limpio, reconocible y fácil de reproducir. El encargado de diseñarlo fue James Modarelli, diseñador gráfico y entonces director adjunto de la división de desarrollo en el mismo centro. Modarelli creó en 1959 el logotipo que hoy se conoce popularmente como “la albóndiga” (meatball).
Este logo representaba simbólicamente las principales áreas de trabajo de la NASA: el círculo azul como la Tierra, las estrellas como el espacio, un vector rojo que simboliza la aeronáutica y una trayectoria blanca que representa una nave en órbita. Todo ello acompañado de las siglas NASA en blanco.
El logo “gusano”: la revolución gráfica de la NASA en los años 70
Pero la historia del logo de la NASA no acaba ahí. En 1974, la agencia decidió actualizar su imagen para adaptarla a un lenguaje gráfico más contemporáneo y minimalista. El encargo recayó en los diseñadores neoyorquinos Richard Danne y Bruce Blackburn, responsables de crear uno de los logos más célebres de la historia del diseño: el logo “gusano”.
Este rediseño eliminaba cualquier elemento decorativo y apostaba por una tipografía geométrica, fluida y sin remates. El trazo continuo conectaba las letras creando una marca visualmente moderna, eficaz para impresión, señalética y sistemas digitales. La palabra NASA se presentaba en una línea sencilla y elegante, sin añadidos.
El logo gusano se convirtió en el símbolo oficial de la NASA en 1975 y estuvo en uso hasta 1992. Pero no fue una transición sencilla: el personal interno de la agencia nunca llegó a aceptar del todo aquel cambio radical. El rechazo fue tal que durante años convivieron ambos logos, hasta que finalmente la administración decidió recuperar oficialmente la albóndiga en los años 90.
El regreso del gusano y el legado de su diseño
Curiosamente, lo que en los 70 generó rechazo, décadas después se transformó en objeto de culto. En 2015, los diseñadores de Pentagram New York, Jesse Reed y Hamish Smyth, decidieron reeditar el manual original de identidad corporativa de la NASA de 1975. Lo hicieron en formato libro, convirtiendo aquel sistema gráfico en una auténtica pieza de coleccionista para amantes del diseño y la cultura visual.
El proyecto fue tan exitoso que incluso logró financiación a través de Kickstarter y reavivó el interés por el logo gusano a nivel mundial.
A partir de 2020, la NASA reintrodujo de manera oficial el logo gusano en algunos de sus programas y lanzamientos, especialmente vinculados a la nueva generación de misiones espaciales privadas y colaborativas, como las de SpaceX.
¿Qué representa hoy el logo de la NASA?
El logo de la NASA no es solo un emblema de exploración espacial, sino también un símbolo de innovación, futuro y cultura popular. Tanto la “albóndiga”, con su estética retro y su carga simbólica, como el “gusano”, con su elegancia tipográfica, conviven hoy como parte del imaginario colectivo global.
Saber quién diseñó el logo de la NASA es también entender cómo el diseño gráfico tiene la capacidad de narrar historias, representar ideales y, en este caso, reflejar la eterna ambición humana de llegar más allá de las estrellas.