¿Quién diseñó la tipografía que puede ahorrar costes en impresión?

Es muy probable que ya sepas de qué tipografía se trata. Es una de las más conocidas y también una de las más usadas de la historia. Hablamos de Garamond, la tipografía que según un estudio realizado por Suvir Mirchandani y Peter Pinko, podría ahorrarle al gobierno de los Estados Unidos casi US$400 millones en costes de impresión. Seguro que el padre de esta tipografía ni se lo imaginaba cuando la diseñó en el siglo XVI.

Es fácil intuir quién fue el creador del diseño original de esta tipografía ya que lleva su apellido. Fue Claude Garamond (1490 – 1561), tipógrafo e impresor parisino considerado uno de los primeros profesionales especializados en diseño, grabado y fundición de tipos como servicio externo para otros impresores.

Ya con 20 años empezó a trabajar en el mundo de la tipografía en el taller de Antoine Augereau, dibujando en 1530 su primera tipografía la cual grabó y fundió él mismo. Se trataba de una fuente romana que se empleó en la edición de Paraphrasis in Elegantiarum Libros Laurentii Vallae de Erasmo de Rotterdam. A esta le siguió una obra tipógrafa también exitosa y popular por lo que Claude Garamond no tardó en destacar. Tanto fue así que el rey Francisco I de Francia le encargó el diseño de un tipografía con caracteres griegos que más tarde se conocería como Grecs du Roi. En 1545 Garamond empezó a trabajar como impresor llegando a editar libros como Pia et religiosa Meditatio de David Chambellan.

En el siglo XX surgieron nuevas tipografías basadas en la obra de Claude Garamond, pero la que más se ajustaba al trabajo del tipógrafo parisino fue la creada por la fundición Stempel en 1924, ya que se basaba en sus dibujos originales.

En el plano digital existen diversas versiones. Por ejemplo, quién se encargó de crear Adobe Garamond fue el diseñador de tipografías norteamericano Robert Slimbach. Se basó en los punzones de Garamond del Museo Plantin-Moretus para diseñar las romanas y en los tipos de Robert Granjon (1513 – 1589) para crear las cursivas.

Casi 500 años separan aquel diseño original de Claude Garamond de la tipografía que todavía empleamos hoy en día. Garamond sigue tan vigente como en sus primeros años de vida. La inmortalidad es el rasgo más significativo que solo los mejores tipos poseen.

Salir de la versión móvil