Como cada año, los profesionales del cómic se reunieron el pasado viernes para celebrar los premios Eisner, que se conceden dentro de la Comic-Con en San Diego (Estados Unidos). En los conocidos como los ‘Oscar del cómic’, se repartieron 32 galardones y en muchos de ellos sonó el mismo nombre: Monstress, un cómic de Marjorie Liu y Sana Takeda. La obra se llevó el premio a Mejor Serie, Mejor Cómic para Adolescentes, Mejor Guion, Mejor Portada y Mejor Pintor/Artista Multimedia.
Otro de los premios fue para Norma Comics, una librería española especializada en cómics y manga que hace 35 años que abrió sus puertas por primera vez. En total eran 20 librerías de distintos lugares de todo el mundo las que aspiraban al premio Espíritu del Cómic.
Pero el resto de nominados españoles no tuvieron la misma suerte. Rubín, junto al guionista Santiago García, optaba a Mejor adaptación de otros medios con su obra Beowulf, a Mejor dibujante entintador y Mejor colorista por Black Hammer, Ether, Sherlock Frankenstein y Beowulf, y a Mejor serie con Black Hammer.
El dibujante Ricard Fernández, más conocido como Efa, estaba nominado a Mejor Pintor/Artista Multimedia por Monet. Nómada de la luz. También lo estaba Marcos Martín por su obra Barrier, gracias a la cual optaba a Mejor cómic digital.
García, junto al dibujante Javier Olivares, aspiraba a Mejor edición estadounidense de material internacional con Las Meninas (Premio Nacional de Cómic 2015), categoría en la que competía con El fantasma de Gaudí, de El Torres y Jesús Alonso Iglesias. Finalmente el galardón fue para Run for It: Stories of Slaves Who Fought For The Freedom, de Marcelo D’Salete.
Para muchos profesionales del sector, estos premios –que dan nombre a Will Eisner, uno de los grandes del cómic– otorgan mayor visibilidad a sus nominados, así como repercusión internacional que en la mayoría de ocasiones se ve acompañada de un aumento de las ventas.