Mente Captus es el proyecto de fin de estudios de Álvaro Jaimes. Se trata de un libro que ofrece la oportunidad de «desconectar del mundo que nos rodea, te hace experimentar sensaciones, abrir la mente y sobre todo hace disfrutar al lector».
Mente Captus es la «yuxtaposición latina que da lugar a mentecato», explica Álvaro Jaimes. «Esto puede traducirse como ‘tomado de mente’ o ‘privado de mente’, es decir, que tiene la mente cerrada».
«Una estupidez es algo dicho o hecho propio de un estúpido. Este término, por su parte, hace referencia a aquel falto de inteligencia, torpe o necio. Puede decirse, por lo tanto, que una estupidez es una tontería o algo que no tiene lógica».
En este proyecto Álvaro Jaimes plantea preguntas estúpidas del tipo. ¿Son los culos simétricos? ¿Subir o bajar? ¿Disfrutan tanto los infantes de la infancia como los adúlteros del adulterio? paradojas que no llevan a ningún lado.
«Normalmente estamos acostumbrados a usar esta palabra como algo ofensivo. De hecho, el uso popularizado de la estupidez como insulto se ha arraigado de tal manera que la Real Academia Española lo define así: ‘Torpeza y lentitud notable en comprender las cosas”. Wikipedia lo menciona como ‘el adjetivo referido a la persona de inteligencia escasa. Se usa como sinónimo de menso, lerdo, tarado, idiota, lelo, imbécil, etc…’.
El mismo Albert Einstein dijo: «Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro».
En fin, la estupidez se ha difundido como esa característica irritante que comparten los lerdos, lentos, imbéciles, necios, listillos y torpes; pero la palabra estúpido viene del latín stúpeo, stupere, stúpui, que significa sentir estupor, quedar maravillado, de hecho, comparte la misma raíz etimológica de las palabras ‘estupendo’ y ‘estupefacto’. Significa así, quedar atónito, pasmado, maravillado, desconcertado, sorprendido, patidifuso, boquiabierto y es lo que pretende este libro.